Le Figaro llevó ayer a portada un titular parecido a éste (“Ces ministres qui brisent les tabous de la gauche”) y un análisis de varias páginas sobre la cuestión. Sobre los ministros del nuevo Gobierno francés que rompen algunos tabús de la izquierda (La rentrée sans tabou de l´exécutif”).
Los dos ministros que han roto tabús son el ministro de Trabajo y el de Interior. El ministro de Trabajo, François Rebsamen, ha armado un buen revuelo cuando ha dicho que hay que reforzar los controles para acabar con el fraude en el cobro de las prestaciones de desempleo. “Declaraciones escandalosas”, “Estigmatización de los parados”, “aterrados”, han sido algunas de las reacciones sindicales.
Y el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, ha abogado por limitar el número de inmigrantes porque “Se pueden blandir grandes principios, pero Francia no puede acoger a todo el mundo”.
El nombramiento del nuevo ministro de Economía, Emmanuel Macron, también ha supuesto un reto al socialismo tradicional, como expliqué en ABC papel (“Un socialista con traje de rayas”). El propio primer ministro Manuel Valls no es un socialista al uso.
Todo lo cual podría llevar a una ruptura del socialismo francés, ya hay una importante división interna, pero también a un impulso hacia la modernización de todo el socialismo europeo, también el español. Por el momento, tenemos un socialismo diferente en Francia.