No está Rubalcaba en su mejor momento creativo en cuanto a frases agitadoras se refiere. Ayer llamó nuevamente a los suyos a la ocupación de las calles con aquello de “cada oveja con su pareja, nosotros con los sindicatos, el PP con los obispos”. Lo que hace pensar inmediatamente en las parejas que les salen a los socialistas cuando salen a la calle, “no pienses en un elefante” que dijera George Lakoff.
Y es que las parejas de baile callejero dejan bastante que desear. De las parejas que agredían e insultaban en la calle en Valencia y después eran invitadas por los socialistas al Parlamento valenciano, poco cabe añadir. De las parejas que han practicado el vandalismo en Barcelona, bastan las imágenes.
Y no mejoran las parejas de otros países. Como la pareja que ayer acompañó a las ovejas socialistas francesas en el acoso al presidente francés, Nicolas Sarkozy, en Bayona. Nada menos que los proetarras de Bayona que junto a militantes socialistas obligaron a Sarkozy a refugiarse en un bar y salir escoltado del lugar por un fuerte contingente policial.
El singular emparejamiento de la oveja socialista francesa no es nuevo, por si alguien pretende ahora la habitual negación de los hechos. El 22 de junio del pasado año relaté en este mismo lugar (“Indignados y batasunos”) la movilización que impidió a la Policía francesa en Bayona la detención de la etarra Aurore Martin. Los periódicos franceses contaron y, además, demostraron con las fotografías de los hechos, que entre quienes apoyaron y protegieron a Aurore Martin, estaban los socialistas de Bayona, como Marie Christine Aragon, que se fotografió con Martin para que a nadie le quedara duda alguna.
Lo ha dejado dicho Rubalcaba, “cada oveja con su pareja“.
Protesta
