Tania Sánchez se ha estrellado antes de empezar, cuando soñaba con ser la nueva lideresa de la extrema izquierda madrileña. El No de Podemos a su grupo significa el fin de sus ambiciones. De momento, al menos. Y si su novio no lo remedia, paradoja, una más, de esta mujer que simboliza perfectamente la falsedad de los mitos feministas (“Tania y los 5 mitos feministas“)
Son los críticos de Iglesias los que le han dicho No a sus pretensiones. Y es Iglesias quien ha salido en su ayuda animándola a presentarse a las primarias de Podemos, como nueva vía para lograr lo que no ha conseguido a la primera (Genial la viñeta de Puebla hoy, más abajo). He aquí la paradoja machista alentada por ellos mismos.
Y desde mucho antes, a juzgar por las informaciones recogidas por Tatiana G. Rivas en Izquierda Unida (“Si no soy candidata, seré primera dama”). Según sus ex-compañeros de Izquierda Unida, eran frecuentes las salidas de tono y las amenazas de Tania Sánchez durante sus últimos días en la agrupación. Además de frases como “O conmigo o estáis muertos”, la más gloriosa: “Si no soy candidata, si no gano, me dedicaré a ser primera dama“.
Comportamiento típico de políticos que sufren de distorsión grave de percepción sobre sus propias capacidades. Se creen imprescindibles y con capacidad para sustituir a los propios partidos, a lo que unen una ambición desmedida, un sentido ético muy limitado y, a veces, como en el caso de Sánchez, una enorme agresividad. Un cóctel que los lleva al fracaso más pronto que tarde. Como a Tania Sánchez que sueña ahora con ser primera dama.
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