Lo comprobaremos esta noche, pero, si las encuestas aciertan, son aproximadamente el 40% de los votantes, un 23 o 24% de partidarios del Frente Nacional de Le Pen y un 18 o 19% que votarán por el ultraizquierdista Mélenchon (en la fotografía, con Pablo Iglesias)
Claro está que, según la corrección política dominante, no se les puede llamar extremistas, sobre todo a los de Mélenchon. Por eso afirma hoy la conocida escritora francesa Yasmina Reza que “me niego a creer que el 50% de los franceses sean extremistas, según voten a Le Pen o a Mélenchon. Se sienten abandonados por la política actual” . Lo de siempre, serían unas víctimas, sin responsabilidad alguna en la ola de populismo y extremismo, por mucho que voten a los populistas y a los extremistas.
Pero Reza mira por las ventas de sus libros, claro está, y no parece muy conveniente llamar por su nombre, extremista, a un mercado potencial del 40% de los franceses. Y, como ella, tantos y tantos escritores y artistas que alimentan el extremismo tanto o más que los propios líderes políticos.
En España, el número de extremistas es parecido, a juzgar por la encuesta online que hace en estos momentos el diario El País. A estas horas, también un 40% aproximadamente de quienes muestran su preferencia por uno de los candidatos a la Presidencia francesa lo hacen por los dos extremistas, claro que con una diferencia respecto a nuestros vecinos, un 35% apuesta por Mélenchon frente a un 5% que lo hace por Le Pen. No es una encuesta representativa, pero tengo la impresión de que el resultado sería parecido con una encuesta representativa.
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