No, así no hay manera de impedir la legitimación de la historia criminal de ETA. Que es en lo que están los propios terroristas, lógico, con el consentimiento, incomprensible, de jueces y fiscales.
Sostiene Pedraz en el auto que ha permitido la reunión de etarras en Durango que, para que se produzca el delito contemplado en el artículo 578 del Código Penal (enaltecimiento del terrorismo), y según sentencias del Supremo, debe haber palabras o acciones que enaltezcan o justifiquen. Que enaltecer equivale a ensalzar o hacer elogios de algo o de alguien. Y que “justificar quiere aquí decir que se hace aparecer como acciones lícitas y legítimas aquello que sólo es comportamiento criminal”.
¿Y qué es sino justificación de comportamiento criminal una reunión de asesinos en la que se reivindican los objetivos políticos por los que asesinaron y se exige el incumplimiento de las penas impuestas a los asesinos?
¿Y qué es sino justificación de ETA una reunión de etarras que defienden la historia del grupo terrorista, sus objetivos y a sus asesinos?
¿Y qué es sino justificación del terrorismo la reunión misma de los etarras en un acto de reivindicación política, cuando ni siquiera está disuelto el grupo terrorista?
La sola fotografía de más arriba debería ser suficiente para encontrar el delito de enaltecimiento del terrorismo. No hacerlo es una muestra de evidente falta de voluntad, no de pruebas, por parte de jueces y fiscales.
Y un éxito más de ETA en el proceso de legitimación de su historia criminal.
