¿Quiénes son esta vez los provocadores? Los de siempre, los que defienden la Constitución y los que se oponen a los homenajes a etarras, según los socialistas catalanes y los nacionalistas vascos que han coincidido en los últimos días en el concepto de moderación.
Los socialistas catalanes no piensan acudir a la manifestación en defensa de la Constitución convocada para el viernes en Barcelona porque no quieren “alimentar el frentismo ni la politiquería de corto vuelo” y porque “hacen falta sentido común, ideas y propuestas claras, en lugar de levantar bajas pasiones”. O que la Constitución alimenta bajas pasiones puesto que molesta a los nacionalistas.
Y la consejera de Seguridad del Gobierno Vasco, Estefanía Beltrán de Heredia, ha dicho que no es lo mismo un recibimiento a un etarra que un homenaje o que enaltecimiento del terrorismo. Y que quienes pretenden confundir los tres conceptos “poco aportan al camino esperanzador en el que estamos inmersos”. O que la reivindicación de los crímenes cometidos y toda la historia criminal de ETA mantenida hasta ahora por los que “reciben” a los etarras excarcelados con banderas, cohetes y mucho jolgorio no debe confundirse con apoyo al terrorismo. A no ser que se tenga espíritu frentista y bajas pasiones que lo mismo defienden la Constitución que rechazan a ETA y a quienes legitiman sus crímenes.