La hija de Isabel Sartorius, la última “víctima” del “pequeño Nicolás”

Eran diecisiete amigas las que esa noche estaban juntas cuando apareció Francisco Nicolás, el “pequeño Nicolás” convertido hoy en algo más que la broma del roscón de Reyes. Con su carita de no haber roto un plato pero un lío descomunal a sus espaldas que va a empezar a llevarse sus primeras dimisiones en algunos organismos públicos, el hecho de que entre las jovencitas se encontrara la hija de Javier Soto e Isabel Sartorius fue todo un filón a la hora de colgar otra amistad al currículum de este singular personaje que en menos de un mes se ha colado en todas las tertulias. Según fuentes directas a Mencía Soto Sartorius, ni salen juntos ni mucho menos estaban en actitud cariñosa. Fue una coincidencia y seguramente un divertimento para todo el mundo que estaba ahí conocer a Francisco Nicolás, el joven capaz de tumbar en el sofá de la siesta al empresario Arturo Fernández o acudir a la proclamación de Felipe VI sin que nadie explique hasta la fecha cómo consiguió entrar. Que haya estado con Mencía en el mismo lugar no es tampoco tan impensable puesto que el joven sabe moverse muy bien pero que la adolescente tenga algún interés sobre este personaje salvo la curiosidad lógica de todo el mundo es una verdad que defiende su entorno directo. Lo que sí ha aprendido Mencía en esos días es la importancia de saber con quien puede compartir una risas dado el peso de sus apellidos a nivel mediático y el hecho de que el próximo mes de julio será mayor de edad. Para entonces ya tendrá que estar matriculada en una universidad de Estados Unidos donde quiere pasar los próximos cuatro años de su vida, algo que seguramente, la alejará de los focos de los medios para intentar seguir con una vida lo más anónima y tranquila posible para tranquilidad de sus padres. “Es una joven muy seria, muy buena estudiante y muy sensata”, me dice quien bien la conoce.