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Rossi, el hombre que ha echado a los rivales de la pista durante veinte años, ahora va de víctima

Rossi, el hombre que ha echado a los rivales de la pista durante veinte años, ahora va de víctima
EPA9211. DOHA (CATAR), 15/03/2018.- El piloto de MotoGP, el italiano Valentino Rossi del equipo Movistar Yamaha, asiste a una rueda de prensa, en el Circuito Internacional de Losail, en Doha (Catar) hoy, 15 de marzo de 2018. EFE/ Noushad Thekkail
Tomás González-Martín el

Lo que hay que ver. La realidad siempre supera la ficción. El mayor “matón” del motociclismo mundial, que ha echado de la pista con las peores artes a lo largo de veinte años a Biaggi, a Sete Gibernau, a Casey Stoner, a Dovizioso, a Lorenzo y a Marc Márquez a patadas, ahora se nos ha convertido en una monja ursulina y va pidiendo caridad cristiana como si fuera la víctima del motociclismo planetario. Debe ser cuestión de edad, de chochear camino de los 40.

Parto de una premisa: aquí no hay nacionalismos. No defiendo a Marc Márquez, y menos le defendería por ser español. No ataco periodísticamente a Valentino Rossi porque sea italiano. No, no, en este deporte no hay nacionalismos, hay grandes pilotos y buenos pilotos. Y buenos comportamientos y nefastos comportamientos, de delincuentes subidos en una moto. Y tengo que decir la verdad que he vivido en los cuarenta años de relación con el motociclismo, desde que Ángel Nieto me bautizó en 1977 con su sudor cuando yo era un chaval: Valentino es el piloto más pendenciero que he visto en la pista desde que llegó al Mundial a finales de los años noventa. Y miren que he visto delincuentes en la pista.

Como dicen los periodistas italianos, Rossi venderia a su madre por sacarle una décima de velocidad a su moto. Y yo siempre les añadía a los colegas ítalos que Valentino vendería a su madre y luego mataría a quien osara comprársela tras haber obtenido esa décima de velocidad. Y todos asentían.

Me han dicho durante años que no critique a Valentino Rossi porque es el piloto que más vende. Que si escribes bien del doctor te irá mejor, porque se ha hecho con la fama mundial gracias a sus gestos de escenario de teatro en las carreras, una foto de icono que se ha forjado hasta crearse una imagen casi indestructible. Pero su patada a Márquez fue el conienzo del fin de esa imagen. Ya no es idílica. Y su comportamiento en Argentina ha dejado claro que ya no tiene ese aura. Se le ve demasiado el plumero de su interés en hu dir a Márquez para aspirar al título. Ya no e gaña a nadie. Y nosotros no podemos defender la mentira que rodea el aura de Rossi. Hay doce puntos cardinales para poner las cosas en su sitio.

Lo primero que digo es que Marc Márquez se ha comportado muy mal en Argentina. Tiró a Espargaró y tiró a Rossi. Dicho esto, añado que Valentino dejó un hueco muy importante por la zona derecha de la pista y el español intentó pasar. Después, cuando Rossi le cerró el ángulo para solventar su error, el catalán debió frenar. No lo hizo. Le sancionaron tres veces con justicia. Puestas las verdades sobre el circuito, a Valentino hay que decirle doce cosas muy claras que son verdades como puños que he vivido delante de él.

Punto primero: Valentino Rossi ha sido el piloto más agresivo contra los rivales que ha habido en los últimos 20 años.

Punto segundo: Valentino Rossi ha sido el piloto que más rivales ha tirado en la pista en los últimos 20 años

Punto tercero: Valentino Rossi ha sido el piloto que ha estado acostumbrado a hacer lo que quería en el asfalto y a chocar con los pilotos hasta que se quitaban de su camino porque sabían que ante la polémica siempre ganaría el más famoso, el que se ha ganado al público con sus teatritos de fin de carrera.

Punto cuarto: Valentino Rossi maltrató a Biaggi dentro y fuera de la pista, con burlas a su compatriota, hasta llegar a pegarse con los cascos en el Gran Premio de Cataluña. El presidente de la Federación Española de Motociclismo alucinaba con la vergonzosa pelea pendenciera, a la que se sumaron los ayudantes de ambos pilotos. Hasta hubo sangre. Debieron castigarles a los dos con tres grandes premios de sanción, pero Rossi era el show del Mundial y el circo continuó con él, no podía faltar. De estos barros de permisividad llegamos a estos lodos. Se siente intocable.

Punto quinto: Valentino Rossi maltrató dentro y fuera de la pista a Sete Gibernau, al que echó de la pista en la última curva en el circuito de Jerez hace trece años con un empujón de hombro. Tenía que ganar como fuera Le amilanó siempre con su agresividad.

Punto sexto: Valentino Rossi tiró a Dovizioso una vez en la pista y después le pidió perdón, pero ahí se quedó todo. Cuando le tiran a él, arma la guerra y todos los periodistas que le hacen la ola jalean a Valentino y salen en su defensa ante el mundo y le ponen como si fuera una víctima.

Punto séptimo: Valentino Rossi echó de la pista a Stoner de manera descarada, pendenciera e impresentable en Estados Unidos hace una década. Stoner y Ducati se quejaron, pero todo se tapó. Valentino era el espectáculo para la prensa. Ahora ha sucedido al revés y cuando VR46 se queja la trascendencia mediática es total. Pues Rossi hizo lo mismo con el australiqmo y todos callaron ante el dios intocable. ¡Ya está bien!

Punto octavo: Rossi se mofó y se burló de Stoner con comentarios zafios ante la prensa italiana, que se repetían en cada gran premio, cuando era su gran enemigo. Qué casualidad, Rossi siempre atacaba dialécticamente a sus grandes adversarios ante la prensa: Biaggi, Gibernau, Stoner, Lorenzo, Márquez. No se metía con pilotos secundarios. Era su táctica, es su táctica, y su enfermedad mental para mantenerse en el primer nivel: odiar a su gran enemigo de cada Mundial. Ahí radica el problema. Destila odio. En Argentina le vimos destilar odio contra Márquez.

Punto noveno: Valentino debió ser sancionado con tres carreras sin correr cuando pegó la infausta patada a Marc Márquez en 2015 porque no sabía perder y no podía aceptar que iba a perder el último Mundial que podía haber ganado. Se le dejó correr porque quedaba una carrera, Valencia, y manda el espectáculo, que Rossi lo da en la pista, con patadas y con sus declaraciones ante una prenda adicta que espera sus ataques verbales. Sucedió en 2015 y ocurre hoy.

Punto décimo: en 2012 también pegó un codazo y quiso tirar a Lorenzo, su “compañero” de equipo, porque no podía admitir que el español le privara de otro título. Debió ser castigadocgon tres grandes premios y siguió corriendo. Es Rossi, es el espectáculo.

Punto undécimo: desde que sufrió la decepción por no ganar el Mundial 2015 se la tiene jurada a Marc Márquez y busca todas las situaciones posibles para enfrentarse a él.

Y punto duodécimo: insto a Rossi a ver con él todos estos vídeos para decirle en la cara que el gran peligro del motocilismo de los últimos veinte años ha sido él y que el verdadero peligro es él. Los aficionados pueden ver todas estas actuaciones que relato por vídeo y pueden juzgar. Mis compañeros de prensa de motociclosmo las presenciaron a mi lado. Ante Valentino lo defenderé cuando y donde quiera. Es un “matón” deportivo del motociclismo.

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