Rossi calienta la prima de riesgo

Tiene 33 años y no puede esperar, como le pide Audi, a que le construyan una moto buena. Se le pasa el arroz, se le quema la pasta. Valentino necesita una máquina competitiva para luchar en 2013, ya con 34 años, por las victorias y por el título. Posee la propuesta de Honda de recibir una moto oficial inmersa en un equipo privado. Estudia la oferta de Yamaha para montar también una montura de primera clase. Y Audi, que ha comprado Ducati por 900 millones de euros, le ruega que espere, que continúe en la casa italiana, porque le van a poner los mecánicos y los ingenieros que él pida para hacerle una moto japonesa, las que a Rossi le gustan, pero vestida de rojo, para llamarla Ducati. El ídolo de masas vive su prima de riesgo. Arriesgarse a la nueva aventura de Ducati, presionado por sus compatriotas, o fichar por una nueva escudería, sea Honda o Yamaha, que le permita volver a pegarse con Lorenzo y Pedrosa. Su prima de riesgo es decidir bien. No puede pasarse otro año en el olvido de los podios. Puede ser definitivo. Audi es alemana. Este país siempre pone a los europeos del sur en riesgo. Se lo dice su prima, que no es de riesgo (tiene otros) y se llama Paola.