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La cantera española es inasequible al desaliento. Cuando Pedrosa ascendió a MotoGP hace ocho años, otro español, Jorge Lorenzo, tomó su testigo en los 250 centímetros cúbicos, hoy convertidos en Moto2, y se adjudicó dos títulos consecutivos, que se añadieron a los dos cetros conseguidos por Dani en el bienio anterior. Después, el mallorquín también subió a la categoría reina. Y en 2010 se vivió la triple corona, con Lorenzo en MotoGP, Toni Elías en Moto2 y Marc Márquez en 125, actualmente transformada en Moto3.Marc escaló luego a Moto2 y el año pasado se adjudicó el entorchado de la cilindrada intermedia, mientras Jorge repetía el éxito al más alto nivel.
Ahora, MM93 ha dado el salto definitivo, la división absoluta. Pero ha dejado todo atado y bien atado. Porque Pol Espargaró, subcampeón la temporada pasada, ya partía como favorito para el título de Moto2 en 2013. Y ahora ha surgido Nico Terol para duplicar la candidatura española, sin olvidar a Julito Simón.
El motociclismo español asusta. Tenemos a estos tres pilotos como aspirantes en la cilindrada mediana. Contamos con Lorenzo, Pedrosa y Márquez para ganar en MotoGP. Y en Moto3 ha vuelto a mandar Maverick Viñales, tras su espantada de la pasada campaña. Volvemos a ser serios candidatos al éxito en las tres divisiones. Da miedo.
La irrupción de Dani como clara apuesta para pelear el número uno de Jorge es una atracción que se duplica con el morbo de Márquez presionando a los dos veteranos. ¡Qué abuso!, dicen los italianos. Ingleses y alemanes nos envidian. Ajo y pica.
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