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Blogs Vendiendo Motos por Tomás González-Martín

Aquellos barros de Valentino producen estos lodos

Tomás González-Martín el

El Mundial de Motociclismo, la Federación Internacional de Motociclismo y Dorna, organizadora del evento, deben cortar por lo insano, que ya no por lo sano, esta sangría del caso Valentino-Márquez. Los hechos demuestran que Dirección de Carrera debe actuar desde que un piloto ataca a otro sin sentido en una rueda de prensa. Decir que Márquez estaba aliado con Lorenzo, además de mentir, era una falacia que solo buscaba un enfrentamiento en el Gran Premio de Malasia que al final ha llegado al extremo de la agresión de supuestos periodistas italianos sobre el piloto español.

La organización ya tiene jurisprudencia deportiva para intervenir. Sabe cómo se las gasta Rossi. ¿Hay que recordar que Valentino y Biaggi se pegaron en Montmeló antes de subir al podio hace una década? ¿Hay que recordar que se metía con Biaggi y Gibernau ante la permisividad de Dirección de Carrera, que lo consideraba parte del show? Pues no era un espectáculo, ni tenía gracia. Los ataques de Valentino contra Stoner en 2007 y 2008 también evidenciaron una falta de respeto cercana a la xenofobia, riéndose de él mientras cierta prensa italiana le jaleaba lo gracioso que era.

Dirección de Carrera ha de actuar en estas situaciones de ataque verbal, como el vivido en Sepang. No permitirlo como si fuera parte del espectáculo, porque no lo es. Estos barros, generados por Valentino, nos han llevado a estos lodos: unos italianos en busca de bronca televisiva, con cámara de televisión, han entrado en casa de un piloto para provocar un incidente. Si Dirección de Carrera hubiera advertido ya a Rossi desde el jueves, tras su rueda de prensa, quizá todo esto no se habría producido.

Quizá no habría sucedido que Márquez y Valentino tuvieran ya su duelo en el inmediato entrenamiento del viernes en Sepang, dieciocho horas después de la rueda de prensa. Quizá no habría ocurrido que Márquez y Rossi se adelantaran desde la primera vuelta de la carrera como si fuera la última. Quizá no habría sucedido que el número 46 encerrara al ilerdense en una curva del circuito para frenarle de manera tan antideportiva que todo el mundo, menos Italia, ha desmitificado al mito.

La campaña mediática lanzada desde Italia para apoyar a Rossi y decir que la culpa fue de Márquez por provocarle ha sido estruendosa. Lo dicen y además se lo creen. El blog de Marc en Repsol Honda se encuentra repleto de italianos y extranjeros que insultan al español como culpable de todos los males. Y la entrada en su casa de dos energúmenos que buscaban el éxito televisivo con una provocación es el remate de una permisividad dialéctica y competitiva en los grandes premios que Dirección de Carrera debe impedir de una vez y para siempre.

Realmente, esos que insultan a Márquez en su blog le culpan de una verdad: Valentino ha acabado, él solito, con su mito de gran campeón. En Cheste, el día 8, puede ser campeón, pero ya nunca será grande. Y él lo sabe.

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Tomás González-Martín el

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