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Blogs Tras un biombo chino por Pablo M. Díez

“Fukushima mon amour”

Pablo M. Díez el

La casualidad, o el destino, ha querido que mi segunda visita a la siniestrada central nuclear nipona coincida con la publicación de mi novela “Fukushima mon amour”, basada en el tsunami que arrasó la costa nororiental de Japón el 11 de marzo de 2011 y fundió tres de sus seis reactores. Desde que, al día siguiente, aterricé en la ciudad de Fukushima, esta historia me ha obsesionado y la he seguido durante todos estos años porque aquellos días nos acercamos al fin del mundo. Japón, el único país que ha sufrido en sus carnes el horror nuclear con las bombas de Hiroshima y Nagasaki en 1945, se asomaba de nuevo a una hecatombe atómica mientras los supervivientes del tsunami vagaban como zombis entre las montañas de escombros que dejaron las olas gigantes.

Basada en el tsunami de Japón y el accidente en la central nuclear, “Fukushima mon amour” ha sido publicada por la editorial Kailas.

Tras varios días agónicos de lucha contra la radiación, en los que el planeta entero contuvo la respiración, los “Héroes de Fukushima” lograron controlar la planta atómica. Pero su misión no ha terminado porque aún queda lo más difícil: retirar el material radiactivo de los núcleos que se fundieron. Aunque se trata de algo que nunca se ha hecho porque todavía no existe la tecnología adecuada, las autoridades niponas confían en empezar esta complicada y peligrosísima tarea a partir de 2021.

Mientras tanto, los 7.000 trabajadores de la central se afanan cada día en mantener los reactores estables e impedir las fugas radiactivas en un apocalíptico paisaje industrial propio de una película de ciencia-ficción. Si no fuera porque es real, podría titularse “Fukushima, mon amour”.

Publicada por la editorial Kailas, “Fukushima mon amour” se basa en el tsunami de Japón de marzo de 2011 y el accidente en dicha central. Para mí, esta ha sido la historia que más me ha impactado cubrir por las gigantescas dimensiones de la catástrofe (600 kilómetros de costa arrasada por olas gigantes y unos 19.000 muertos) y por el pánico que se desató al fundirse tres de los seis reactores de la planta atómica. Estar allí, en medio de toda aquella destrucción y amenazados por las fugas radiactivas, se asemejaba a una película apocalíptica. Solo que aquello era, por desgracia, muy real.

En marzo de 2011, estuve durante un mes y medio viajando por toda la costa devastada de Japón para entrevistar a los supervivientes y damnificados. Desde entonces, he vuelto prácticamente cada año para hacer un seguimiento de la reconstrucción y las tareas de descontaminación y desmantelamiento en la central de Fukushima. Tras conseguir entrar en la misma en abril de 2015, he vuelto a visitar la central para ver cómo van los trabajos. Con tres de sus seis reactores fundidos, todavía no hay tecnología lo suficientemente avanzada para retirar el material nuclear que se salió de sus vasijas de contención y se ha mezclado con los escombros. Así que lo único que pueden hacer los miles de operarios que trabajan en la central es sellar los edificios de los reactores y bombear constantemente agua subterránea a los núcleos para que no se calienten y despidan radiactividad, pero ese agua se contamina y hay que almacenarla. Se calcula que los trabajos de desmantelamiento y descontaminación durarán cuatro décadas.

Aprovechando mi experiencia en la cobertura del tsunami, decidí escribir una novela ambientada en este escenario apocalíptico. El libro narra el romance surrealista entre un periodista occidental que ha acudido a cubrir el tsunami y una mujer japonesa que, desengañada de su matrimonio, abre los ojos a su triste realidad. Juntos, recorren la costa devastada por el tsunami porque ella, tras sufrir una desgracia familiar, tiene que reunirse con sus parientes para solucionar un trauma del pasado. Esta aventura de carretera me sirve para darle voz a los testimonios reales de los supervivientes y damnificados que entrevisté tras el tsunami y, además, hacer un repaso a la historia reciente de Japón. Básicamente, se trata de dos personas que se enamoran en el fin del mundo. Y, justo cuando piensan que sus vidas van a acabarse, descubren el auténtico sentido que les da la felicidad. Les invito a un viaje al fin del mundo en “Fukushima mon amour”. Espero que les guste.

Lea aquí los dos primeros capítulos de “Fukushima mon amour”.

 

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