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Blogs Entre barreras por Ángel González Abad

La Utrera prohibicionista impone su mayoría de edad taurina

Rosario Pérez el

Cuando vi en las redes sociales que en Utrera habían prohibido a los niños ir a los toros, creí que era una broma. Maldita guasa hecha realidad. Resulta que los señores políticos del Ayuntamiento de Utrera, capitaneado por el Partido Andalucista, han decidido que los menores de siete años no pueden acudir a la plaza. Con el beneplácito de todos los partidos, PSOE incluido, y con la abstención del PP, que es otra manera de apoyarlo contradiciendo la ILP a favor de la Tauromaquia de su partido a nivel nacional, cortan las raíces de la afición.

Sí, en la tierra de los Montoya y Curro Durán, «sede» ganadera, la misma localidad sevillana donde, como me recuerda el twitter de EntreArtes, se subraya que «Utrera es tierra del flamenco y del toro».

Pero mire usted por donde que el señor alcalde, Francisco Jiménez, ahora ha decidido que va a educar a los niños de las familias utreranas y que se pasa por la taleguilla la opinión del pueblo. Pues nada, Rafita, Luis, Antonio, Sara, tendréis que esperar a tener ocho primaveras para ir a los toros. Eso si para entonces los señores mandamases abolicionistas no deciden que se sube la mayoría de edad taurina

Nuevo ataque a la savia de la afición, a los sueños de esos niños que torean con su capotillo en el valle del Guadalquivir. Es hora de una vez por todas de arrimarse, de llevar el toreo a los colegios, de que se acerquen al campo bravo, si bien es verdad que muchísimos de esos chavalillos de Utrera ya lo han hecho.

Que la política no desnaturalice aún más esta sociedad.

Desde este blog quiero hacerme eco de la carta que el Foro de la Juventud Taurina ha enviado al Ayuntamiento de Utrera. Una misiva que recoge el sentir general de la afición:

“Como jóvenes aficionados que somos, nos duele profundamente la decisión

adoptada por el Ayuntamiento de Utrera de prohibir el acceso a menores de 7

años a festejos taurinos. Nos duele, aún más si cabe, al ser cuna del toro

bravo. En los campos utreranos pastaron hace siglos lo que ahora se considera

el tronco de la cabaña brava: las castas Cabrera, Vázquez y Vistahermosa. De

esta última derivan la inmensa mayoría de encastes y ganaderías actuales.

Hoy día, Utrera sigue siendo un importante municipio ganadero.

Nos parece un contrasentido, teniendo esa tradición brava, que pongan palos a

las ruedas del futuro de la tauromaquia. Si no hay continuidad en los tendidos,

si no hay nuevos aficionados, si no se fomenta el amor por el toro y la

tauromaquia desde pequeños, estamos condenados al fin.

Rechazamos también la postura paternalista llevada al extremo que ha

adoptado el consistorio. Prohibiendo la entrada de niños menores de 7 años lo

que hacen es poner en duda la responsabilidad de padres y madres en la

educación de sus hijos. ¿De qué quieren protegerles? El mundo del toro transmite

valores que lamentablemente escasean en nuestra sociedad: esfuerzo,

sacrificio, valentía, capacidad de superación, solidaridad…

Y como al fin y al cabo lo que prima es lo económico, ¿se han parado a pensar

lo que reporta el toro bravo a las arcas públicas del ayuntamiento?

Por último, les invito a que echen un vistazo al escudo heráldico de la localidad.

Entre sus símbolos hay un toro. ¿Cómo se puede adoptar pues una medida

que va en contra de las más profundas raíces utreranas? La tauromaquia

debería ser algo a conservar, mimar, promover y fomentar en Utrera.

Lamentamos que hayan hecho justo lo contrario. Ojala estas líneas les sirvan

para recapacitar y revocar una decisión innecesaria e injusta».

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