ABC
| Registro
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizABC
Blogs Entre barreras por Ángel González Abad

De aficionados a votantes

Ángel González Abad el

El honorable Montilla reniega del tripartito. Ahora se da cuenta del servilismo, de la hipoteca nacionalista. Ahora, precisamente ahora que se acercan las elecciones se despereza y se quita la camisa de fuerza de sus compañeros de viaje durante años. Claro que sin ellos él tampoco hubiera alcanzado la gloria del sillón de la Generalitat y quizás tampoco hubiese podido tener el honor de firmar la abolición de las corridas de toros en Cataluña y la permanencia de los correbous.
Porque esa es otra. Si entramos ya en el terreno de la política-ficción: se hubiera perpetrado la campaña contra la Fiesta de haberse consumado la sociovergencia. ¿Se acuerdan del encuentro entre Mas y Zapatero? Aquello pudo cambiar la historia, pero también demuestra la dependencia política del espectáculo taurino en esta tierra. Demuestra, por si había alguna duda, que la abolición ha sido una moneda de cambio política, un precio que el PSC ha tenido que pagar.
Si, ya sé la cantinela de que el otro cordobés no votó a favor de prohibir los Toros, de que gran parte de los diputados de su grupo tampoco, pero hay una cosa clara, y es su servilismo hacia las huestes de Esquerra Republicana y de los «eco-socio-pijos» de Iniciativa. CiU al margen, acostumbrada siempre a nadar y guardar la ropa, a moverse con firmeza en cualquier arena movediza; si los socialistas no se hubiesen dejado arrastrar por sus socios de gobierno, esos de los que ahora el otro cordobés reniega, las corridas de toros no estarían prohibidas en Cataluña. Un juego político que ha pillado en medio a los aficionados, convertidos ahora en votantes.
Creo sinceramente que CiU pudo haberse reconducido. El cerco impuesto a la Fiesta por los nacionalistas catalanes ya estaba consumado sin necesidad de llegar a la prohibición, el milimétrico plan urdido para apartar el espectáculo taurino de esa Cataluña feliz de Pujol ya había cumplido sus objetivos. Por eso, el último golpe, la puñalada mortal, la dejó dar a los más radicales.
Y mientras, el PSC jugando a eso del sí pero no con el diputado David Pérez como bastión de la defensa de los Toros prometiendo que la batalla se iba a ganar. Al final la batalla se perdió porque en eso de nadar entre dos aguas los de CiU tienen una experiencia mucho más dilatada.
Ahora, ante las elecciones catalanas, sólo nos quedan dos promesas lanzadas en medio de la euforia de la pasada feria de la Mercè por los hombres de Ciutadans y del PP. La tramitación de una iniciativa parlamentaria para revocar la prohibición, por lado de C’s; y el compromiso de los populares de no prestar el mínimo apoyo a CiU si no da marcha atrás en el tema taurino, sobrevuela en la mente de quienes se sienten aficionados a la Fiesta y de quienes tienen grabado a fuego en su ADN aquello del «prohibido prohibir».

Toros
Ángel González Abad el

Entradas más recientes