Zidane dice “no” a realizar el pasillo a un Barcelona sin señorío, sin seny, acomplejado

¿Saben por qué Zidane dice “no” al pasillo al Barcelona presumible campeón de Liga en mayo? Porque el Barcelona de Bartomeu ha destrozado el señorío de comportamiento que ambos clubes tenían en la etapa compartida por Joan Laporta con Florentino Pérez.

¿Saben por qué Zidane dice “no” al pasillo al Barcelona? Porque el Barcelona de Rosell y Bartomeu ha roto muchas relaciones de trato, las que dos grandes deben tener para ejemplo del fútbol.

¿Saben por qué Zidane dice “no” al pasillo? Porque las relaciones son tan gélidas que las visitas del Real Madrid a Barcelona dejaron muchas plazas de directivos vacantes en esos viajes, tal era la falta de seny.

¿Saben por qué Zidane dice “no” al pasillo? Porque en la etapa de Laporta y Florentino Pérez supieron discernir entre la rivalidad deportiva y los intereses conjuntos, en tal medida que defendieron juntos posturas en favor de su participación en la Champions. En la etapa posterior, Rosell acabó en la cárcel y todo ha sido muy diferente. Bartomeu ha jugado a salvar su pescuezo y presidir el club como sea. Es muy diferente. No es lo mismo.

¿Saben por qué Zidane dice “no” al pasillo? Porque en la etapa de Laporta y Florentino Pérez, ambos acabaron con los Boixos Nois y los Ultras Sur. Los dos dirigentes se han visto amenazados de muerte desde entonces por esos delincuentes que antes decían representar a ambas aficiones y que no representaban a nadie. A Laporta le ponen dianas en su casa. Cambia de casa y le ponen más dianas. A Florentino Pérez le pintan la tumba de su esposa, Pitina, constantemente. Escriben en la tumba periódicamente insultos zafios y otras literaturas habituales de esos incultos mentales que son estos delincuentes. Se borran las pintadas en el cementerio de La Almudena de Madrid y vuelven a pintar la tumba. Hoy, con Bartomeu, como con Rosell, no hay “feeling”. Quizá habría sido imposible acabar con los Boixos Nois y con los Ultras sur a la vez. Florentino Pérez habría acabado en solitario con los Ultras, de todos modos. Era una condición ineludible para él, por mucho que le cueste y lo pague personalmente.

¿Saben por qué Zidane dice “no” al pasillo? Porque la distancia entre ambos clubes es total. Florentino Pérez propone mejorar el arbitraje y Bartomeu no quiere, porque le va y le ha ido mejor con Villar y Sánchez Arminio, a los que ha apoyado siempre con el voto del fútbol catalán. Con el VAR y otro presidente de la Federación Española, la cosa no será ya tan ventajista para los azulgranas. Ya no habrá un Sánchez Arminio que les diga a los árbitros que el Real Madrid no es un club amigo porque pide un cambio en el mundo del arbitraje, porque le quieren mover la silla, y les dice a los colegiados que también se las moverán a ellos. Así que os conviene, viene a decir, ayudar al Barcelona. A fe que lo hacen. Pero muy mal. Tan mal, que hasta el Barcelona le ha pedido a Luis Suárez que se frene, porque debió ser expulsado por sus patadas a los centrales del Alavés y del Valencia. No vio ni tarjeta. Y porque sus entradas alevosas para recibir una amonestación cuando le interesaban sumar la quinta no tuvieron ni una sanción. Todo cantaba demasiado. Si Suárez hace eso como jugador del Villarreal le caen ocho partidos. En el Barcelona no le pasará nunca nada.

¿Saben por qué Zidane no hace el pasillo al Barcelona? Porque el Barcelona demostró que de señorío no tiene nada cuando hace cuatro meses no quiso hacerle el pasillo al Real Madrid después de ganar el Mundial de Clubes. Bartomeu demostró que de elegancia no sabe nada. Tiene un complejo atroz ante el Real Madrid. El mismo que tiene Piqué, que gana títulos y solo piensa en dedicárselos al Real Madrid. Es una enfermedad crónica e incurable.

El Real Madrid podría responder con señorío y a pesar de las actitudes paletas del Barcelona, decidir hacerle el pasillo al Barcelona en el clásico de mayo. Pero el Real Madrid se ha cansado de tanta tontería.

En el madridismo, en el Real Madrid, cansa la hipocresía del Barcelona de Bartomeu de decir que estaremos con Cataluña donde vaya, pero siguen jugando la Liga y la Copa españolas. Irán a la final de Copa, pitarán al himno y al Rey, se mofarán de él, pero querrán coger la Copa que es española, porque la pela es la pela ¿no, Bartomeu?

Hasta Messi ha pedido una cláusula de su contrato para dejar el Barcelona si el club se tira por el barranco de la indepedencia.

Ziane dijo que “no” al pasillo cuando se lo preguntó ABC. Y cuando Zidane dice una cosa es que está muy pensada y no hay vuelta atrás. Le llaman cabezón cuando quieren decir que sus determinaciones son exactas, concienzudas y ya no retrocede ante nada ni ante nadie. Ya le pueden llorar lo que quieran que no hay cambio. Lo meditó en plena sesión de trabajo con sus hombres. Estaba alerta. Sabía que la pregunta del millón no se centraría en el derbi, ni siquiera en la suplencia de Bale en la Copa de Europa, que da para una telenovela por capítulos. La cuestión fundamental de futuro era el pasillo que el Real Madrid podría hacer al Barcelona campeón dentro de un mes, en el clásico del Camp Nou, si hoy derrota al conjunto rojiblanco.

ABC hizo la pregunta. Y Zidane empaló la respuesta con la misma potencia con la que pegó al balón en la final de Glasgow: «No habrá pasillo, no vamos a hacer pasillo». Su rotundidad hizo mover sillas, cámaras y despertó a varios dormidos en la sala de prensa. Había caza mayor en un sábado sin tensión de derbi. El francés explicó su puñetazo sobre la mesa. Muchos se lo agradecieron. Había carne trémula en un sábado sin sangre que masticar.«Me van a volver a preguntar sobre el pasillo dentro de diez días, dentro quince días y ya os he dado la respuesta para todo el mes», advirtió con su sonrisa enigmática, que suaviza sus declaraciones contundentes. Es muy clara y no voy a hablar más de este asunto. Es mi decisión personal. No se va a hacer y ya está». El responsable del Real Madrid corroboró que la razón de su negativa es que el club azulgrana no hizo honores al Real Madrid en el último clásico, cuando el equipo madrileño reaparecía en la Liga después de proclamarse campeón del Mundial de Clubes en Qatar: «Tú lo has dicho todo, así es, el Barcelona rompió la tradición y ya no existe».