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Sergio Ramos, el Madrid te necesita

Tomás González-Martín el

Después de un año de distanciamientos personales por las diferencias económicas sobre tu renovación, debes recuperar tu autoridad dentro del equipo, como Bobby Charlton la tenía en el Manchester United y en la Inglaterra campeona de los años sesenta. Tú la tienes, Ramos, pero las lesiones te han impedido recuperar la normalidad dentro del Real Madrid. Es cierto que el conjunto tampoco ha entrado en esa normalidad buscada, porque las lesiones de Bale, Benzema, James, Carvajal, Varane, Marcelo y Keylor han destrozado cualquier atisbo de continuidad. Y como dijo Alex Ferguson, un once debe tener continuidad para demostrar lo que es. Pero, Sergio, llega el clásico, el partido que puede definir el futuro del Real Madrid, y en ese duelo has de recuperar tu mando en el césped. Contigo regresarán a la alineación la mayoría de los ahora lesionados. Y tú tienes que dirigir el fútbol desde atrás, mandar a la defensa, tirar el fuera de juego con tus silbidos, retirar el fuera de juego con tu voz. En definitiva, mandar, que es lo que requiere este Real Madrid. Es lo que hacía Santiago Bernabéu antes de ser presidente. Lo que hacía Santamaría desde 1958. Lo que hacía Pirri desde 1966. Lo que hacía Gregorio Benito en los setenta. Lo que hacía Camacho en los ochenta. Lo que hacía Hierro en los noventa y en el nuevo siglo, hasta que tú, Sergio, llegaste en 2005. Eres el líder y deber ejercer de nuevo. Trabajas duro para volver a jugar el día 21 y tomar ese testigo que cogiste hace ya una década.

Benítez y el equipo te echan de menos en el césped. Porque tu das ánimos, junto a Pepe. Tú llevas la batuta anímica de todos. Levantas la moral de los que entran en duda, como hacía Di Stéfano en los cincuenta y en los sesenta. Y apoyas a quien lo pasa mal. Ramos, eres la esencia del Real Madrid, como la fuiste del Sevilla. Como me dijiste en el Sánchez Pizjuán hace una semana, tu te morirás con dos bandeas sobre tu féretro, las del Real Madrid y el Sevilla, aunque haya unos cientos de envidiosos que te insulten y te silben en el estadio hispalense por haberte ido a un club que te ha permitido ganarlo todo, desde la Champions al Mundial de Clubes pasando por Ligas, Copas y Supercopas de Europa y de España. Y también pondrás en tu féretro la bandera de España, porque tú también has definido la estirpe de la España campeona.

Ramos, has de coger ese bastón de mando en el Real Madrid porque no hay nadie que se atreva a hacerlo en el equipo. Cuando tu estás se nota que hay autoridad y el conjunto blanco inspira respeto. Cuando marcas un golazo y te lesionas, después de jugar infiltrado, los rivales respetan menos a tu equipo. Y remontan resultados como hizo el Sevilla. Contigo eso no se habría producido. Habrías mandado, chillado, puesto firmes a los que se perdían en el marasmo. Habrías sacado la personalidad en los compañeros, aturdidos por el contragolpe sevillista. Incluso habrías anotado un segundo gol, quien sabe. Solo un defensa como tú es capaz de eso.

No hay un jugador que pueda ocupar tu puesto. Se nota. Desde esta humilde morada escrita te aconsejo que no abras más frentes con el caso del doctor Olmo y dirijas al Real Madrid para centrarse en ganar. Tienes muchas batallas encima para encender rescoldos. Como tu has dicho: todo lo hablaremos a final de temporada. Pues aconseja a tus compañeros que hagan lo mismo, pues entre los líos de Benzema y las declaraciones de James se habla más de las indirectas dialécticas que de vuestro fútbol.

Sergio, renovaste y has de olvidar aquellos enfrentamientos para volver a ser el mismo. Lo has sido en el campo, cuando las lesiones te lo han admitido, y ahora has de demostrar que eres el de siempre en cuanto puedas. Que el madridismo sienta que hay un líder. Porque, hay que decirlo, Kroos no coge esa batuta y Cristiano, tampoco. Tú estás acostumbrado a llevar ese bastón. Pues cógelo de nuevo con fuerza. Has nacido para ello. Te ha tocado, porque tú vales para ello. Otros no. Eres la esencia y el espíritu del madridismo. No lo olvides. Al lado de eso, las cuitas con Olmo son pétalos quemados al sol del verano. Tú estás muy por encima de eso. Llevas el estigma del Real Madrid. Sácalo en el campo. Devuelve a tu equipo la idiosincrasia que marca su estilo: carácter, fuerza, entrega, voluntad, camiseta sudada, sacrificio, calidad y éxito.

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