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Blogs Tiro al blanco por Tomás González-Martín

Morata no debe centrarse en Benzema, es mucho más

Tomás González-Martín el

Álvaro Morata tiene mucha calidad para jugarse su carrera en quitar a Benzema de la titularidad. El canterano, al que quiso el Barcelona, es mucho más que la pelea por el nueve. Mal le irá al chaval y al Real Madrid si la participación de Morata en el once se centra en sentar a Karim. No es ese el asunto. El madrileño puede jugar al lado de Benzema, como hizo Ancelotti en campo del Levante. Inteligente el italiano al no caldear el duelo como una cosa de ellos  dos. No. El joven entró por Isco. Y abrió el cerrojo levantino por la derecha. Con éxito. La entrada del jugador de La Fábrica cambió el espíritu del equipo. Entrega, ganas, fe, sangre. Los blancos encerraron al enemigo. Después, Jesé sustituyó, sí, al francés, y se situó en la diestra para que Álvaro se colocase de punta nato. Y el madrileño marcó el 2-2. Morata es un delantero total. El quid de la cuestión es que debe de jugar partidos, sea por el “Gato”, por Isco o por Di María. El reto es darle minutos. Merece jugar en el Madrid.

 Es un gran delantero, el atacante completo, capaz de jugar por la izquierda y dar pases certeros, como el que dio a Karim en el 1-0 marcado al Barcelona el 2 de marzo (2-1 al final). Es un punta enorme, capaz de penetrar por la derecha y romper, como hizo en el Ciudad de Valencia. Es un rematador puro, capaz de cabecear el 1-2 en ese campo en noviembre del año pasado. Capaz de firmar el 2-2 hace unos días. Aprovecha los minutos como el gran jugador que es. Lo tiene todo. Por eso no puede obsesionarse nadie con el puesto del nueve.

Morata es un delantero para el futuro del Madrid. Hay que cuidarle. Darle juego. Se encuentra en el momento clave. No hay que frenarle. Ni enfrentarle a nadie. Debe jugar porque está capacitado para ser importante en el Real Madrid. Los técnicos lo saben. Hay que alinearle sin prisa pero sin pausa. El propio Morata se pone la presión. Por eso es un grande. Y le va la marcha. Ganar con el Real Madrid es su meta desde que dejó el Atlético y el Getafe para hacerse un nombre en la casa blanca.

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