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Blogs Tiro al blanco por Tomás González-Martín

Keylor viene a comerse el mundo

Tomás González-Martín el

Ha tenido que sufrir mucho para llegar a las cotas más altas del fútbol mundial. Keylor Navas, 27 años, nació en Costa Rica, un país que no tenía pedigrí en el fútbol hasta que en el Mundial recién finalizado alcanzó los cuartos de final en una actuación histórica. En Brasil fue el propio Keylor quien escribió las mejores historias de heroicidad con sus paradas. Tuteó a Inglaterra, a Holanda, a Italia. Solo sufrió dos goles en cinco partidos. Su rendimiento confirmó su fichaje por el Real Madrid, que ya le tenía en cartera desde que el centroamericano brilló en la Europa League 2012-13 con el Levante. Jugó diez partidos entonces. Y suscitó una sensación de excelencia reconocida en toda Europa.

Proceder de una nación sin caché en el balompie se paga caro. Y se cobra barato. Ternía una ficha de 250.000 euros en el Levante. Navas ya se lució frente a Casillas, frente a España, en el partido amistoso que ambas selecciones disputaron hace tres años. El club valenciano le fichó como cedido en 2011, procedente del Albacete, para ser suplente de Múnua, que no era mejor que él, pero tenía la suerte de haber nacido en Uruguay, una tierra de fútbol, la primera campeona del mundo, y eso se valora por anticipado. Keylor soportó en la reserva esa carencia de poso, de abolengo. Hasta que en febrero de 2013 aprovechó su oportunidad. Una sanción de dos partidos al guardameta uruguayo, por llamar sinvergüenza a Clos Gómez,  le permitió jugar dos jornadas consecutivas de Liga y otras dos seguidas de aquella Europa League triunfal. Estaba claro: era mejor, superior.

La temporada 2013-14 fue la de su explosión. Titular indiscutible en el Levante. Brillante, deseado por el Atlético, por el Bayern y por el Madrid. Luis Gabelo Conejo, el gran arquero de Costa Rica en el Mundial de Italia 1990, que dio el primer aviso de esta Costa Rica creciente en el balompié, subraya que su compatriota ha fichado por el Madrid para hacer historia y poner a los “ticos” en el lugar que les corresponde en el negocio de la pelota. Con su carácter osado, con su valentía, con su orgullo apoyado en una confianza total, Navas viene a comerse el mundo. Por fin puede demostrar su nivel en un grande. Es lo que ansiaba. Está hecho para ello.

Gabelo, su mentor, advierte que viene a quitar el puesto a Casillas desde el primer día. Sin remilgos. Sin diplomacias. Nada de falsas humildades. Nada de pensar que será el suplente de un mito. Keylor se encuentra capacitado para ser el portero titular del Real Madrid por muchos años. Se siente preparado. Y la afición está ilusionada con la imagen de un cancerbero rápido, decidido, arrojado, echado para adelante, que no se asusta ante los retos. En Brasil demostró que le gustan los objetivos difíciles. El más difícil todavía es, para Navas, una meta fácil de abordar.

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