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Blogs Tiro al blanco por Tomás González-Martín

James debe continuar su carrera en el Real Madrid

Tomás González-Martín el

Él debería saberlo. El fútbol da mucha vueltas, demasiadas a veces. En una misma temporada puedes pasar de la gloria al holocausto en dos partidos. Es la grandeza de este deporte, que puede elevarte a los altares o hundirte en la miseria por un mal encuentro, por un error. James Rodríguez realizó una primera campaña sensacional en el Real Madrid, acorde a su calidad excelsa, y en la segunda falló. Fue su dedicación prioritaria a la selección colombiana, de la que es el líder, la que le hizo pagar su flojo rendimiento en el club que le paga seis millones netos por temporada.
Sabemos que James tiene difícil no centrarse en Colombia, porque es un ídolo nacional y todo el país le llama para que lo sea. Pero él debe discernir bien entre ese liderazgo y la primacía de ser titular en el mejor equipo del mundo.
Sabemos que allí le llamaron traidor por marcharse hace unos meses, lesionado, y no forzar en un partido de la tricolor hasta romperse. No debía romperse. No lo admitió, como le quería forzar Pekerman. Esa dolencia le habría roto para toda la temporada.
En otras ocasiones aceptó esa exigencia y su esfuerzo lo pagó con lesiones que le tuvieron dos meses sin jugar en el Real Madrid. Le sucedió dos veces. Hubo un momento, en septiembre de hace año y medio, que había disputado más minutos con Colombia que con el Real Madrid. Y eso no puede ser.
James ha entendido que para triunfar debe darlo todo en el Real Madrid. Si lo comprende, triunfará. Zidane debe notar que se entrega a tope en su club, que está comprometido y que no está pensando solo en rendir en Colombia. James tiene que demostrar que desea ser grande en el Real Madrid y no dejar entrever que si no juega se debe ir, cada vez que no es titular. El jugador tiene que admitir que en ocasiones no juega y ha de luchar para tener más minutos y recuperar protagonismo. Comprometerse con el Real Madrid juegue o no juegue. Si quiere triunfar, debe tener asumido que continuará en el club hasta 2020, como dicta su contrato, y pelear por ser importante todos estos años. Eso significará compromiso. Y no tiene que hablar de irse en cuanto no tiene minutos. Ha sido su error, alimentado desde Colombia, que exige su titularidad por ser quien es. Ese ha sido su fallo. Nadie juega por el nombre, sino por rendimiento. Esperemos que lo haya asimilado.

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