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Blogs Tiro al blanco por Tomás González-Martín

Este Bayern supremacista ya no se mofa hablando de diarreas y pantalones bajados

Tomás González-Martín el

Un yugoslavo de origen, Salihadmizic, cuya cultura democrática pueden imaginársela al observar con tristeza la asesina guerra de los Balcanes, manifestó en 2002,antes del enfrentamiento con el Real Madrid, que el equipo español siempre venía con los pantalones bajados a Múnich. Zidane ha respondido que el Real Madrid nunca ha acudido a Alemania con los pantalones bajados. Zinedine disputó aquellos partidos de 2002 frente al Bayern agresivo, supremacista, racista, xenófobo, que hacía campaña para amilanar al Real Madrid.

Después Zidane ganó aquella Copa de Europa. Del Bayern, ni se supo, pero solo esas palabras irrespetuosas y racistas demostraban quiénes son los que juegan y quienes dirigen, porque piensan igual, el Bayern.

Eb esta década ya no hablan de esos pantalones bajados. Solo lo recuerdan para ver si le influye al Real Madrid. En 2014, el Bayern de Guardiola fue un estrepitoso fracaso frente a los blancos con el inolvidable 0-4 en el infierno de Munich. Aquel infierno del que Rummenigge y Hoeness decían que se quemarían todos los árboles de Baviera ante el excelso fútbol que el Bayern haría frente a los blancos. Anceloti, entonces entrenador madridista, dijo que si se quemaban todos los árboles habría que llamar a todos los bomberos de Alemania. Y llegó el cero-cuatro. Dos goles de Cristiano y dos golazos de Ramos de cabeza.

Ahora el Bayern ya no habla de pantalones bajados, pero en cuanto vence, aunque sea en los penaltis, le explota la vena supremacista. Rummenigge, en 2012, estalló de xenofobia cuando eliminó al Real Madrid en semifinales gracias a los penaltis. Dijo qué España no funciona. Lo dijo borracho, con copas, en el Hotel Palace. Ya se sabe que los niños y los borrachos dicen lo que piensan. Después de eliminar al Madrid gracias a esos penaltis, el karma le destrozó en la final que perdió en su propio campo alemán ante el Chelsea de Torres. Fue el castigo de Dios.

Ahora el Bayern ya no habla de pantalones bajados. Pero Zidane ha tenido que contestar que nunca va con diarrea a Múnich. ¿Por qué? Porque los alemanes, xenófobos, se lo preguntan. Sin embargo, no le preguntan por el buen fútbol del Real Madrid, ni por las Champions ganadas en los últimos cuatro años. No, le preguntan por pantalones. Ahí se demuestra el racismo mental. Pero solo tiene que contestar estas cosas. Una verdad que demuestra la falta de respeto que es habitual en este equipo alemán y en quienes les ha en la ola en Baviera. Se creen por encima del mundo y por encima de todos.

El Madrid perderá o ganará estas semifinales, pero no lo hará con los pantalones bajados. Lo hará porque le han ganado por fútbol o por remate. O por un arbitraje perjudicial por culpa del ambiente creado contra el Real Madrid en este sentido. Y si gana el club español, lo hará con respeto, esa palabra que el Bayern nunca ha conocido. Y muchos bávaros tampoco.

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