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Blogs Tiro al blanco por Tomás González-Martín

Enfrentar a Cristiano y Bale, la obsesión antimadridista

Tomás González-Martín el

Los futbolistas soportan guerras no declaradas cuando tienen representantes que pagarían por salir en la prensa. Hoy, no hace falta ni pagar. Cuando un apoderado se hace famoso por negociar en nombre de un jugador que alcanza el estrellato mundial, el peligro es que se crea mejor que Pelé por llevarse el diez por ciento, quizá incluso el veinte, y negociar buenos contratos para su profesional, cosa por otro lado demasiado fácil cuando un delantero triunfa. Ahí está el caso de manolo Sanchís, que nunca tuvo agente. Todo lo negoció él. No le fue mal. Gareth Bale tiene el enemigo en casa. Se llama Jonathan Barnett y habla más que piensa. Su intermediario no hace más que lanzar dardos en contra de Cristiano desde hace dos años. Augura que Bale será el sucesor de Ronaldo muy pronto. Y el jugador galés se encuentra con un escándalo cada dos por tres. Tiene que llegar a entrenar a Valdebebas y decirles a Cristiano y a Benítez, como antes a Carlo Ancelotti, que Barnett es un verso suelto y nunca hablará en su nombre.

Benítez ha dialogado con Bale para que hable con su apoderado y le diga que deje de crear problemas, pues sus palabras tampoco benefician a Gareth. Le crean una situación incómoda ante el Balón de Oro y en el ambiente general del plantel. El entrenador ha lanzado un mensaje válido para todos los futbolistas. El responsable del Real Madrid le ha dicho a Cristiano que Bale no tiene nada que ver con las declaraciones de ese agente FIFA que posee un ego que se le sale de la gran isla británica.

El entrenador blanco ya hablado en profundidad con Cristiano y Bale y les ha dicho que buscan enfrentarles desde hace mucho tiempo para generar una crisis constante dentro del equipo que perjudique al desarrollo natural de las relaciones del vestuario y, por extensión, al espíritu positivo para conquistar títulos. Benítez les ha advertido a los dos que no entren a ningún capote. Quiere que ambos tengan armonía dentro y fuera del césped y que intenten controlar a sus apoderados si es que pueden. Ambos delanteros lo saben y no caerán en la trampa. El técnico madridista les ha explicado unas cosa que saben y que él ha visto desde fuera con claridad durante tantos años de trabajo en otros clubes: el Real Madrid genera muchas envidias, tiene una enorme trascendencia y su enfrentamiento sería lo mejor para sus rivales, especialmente para el Barcelona.

Son los tres unos profesionales curtidos para eludir los contratiempos dialécticos. Les ha dicho que nunca deben enemistarse y que deben hablar claro para evitar malentendidos si los hay, como ha sucedido ahora con Barnett. Asegura que han de mantener una máxima: nunca conseguirán enfrentarles. Por el bien de todos. Y ha rubricado esta postura con estas palabras: si nos envidian, si os envidian, es que cabalgamos. Le ha faltado decir, cabalgamos Sancho.

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