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Blogs Tiro al blanco por Tomás González-Martín

El Real Madrid debe olvidar la Undécima para ganar La Docena

Tomás González-Martín el

El Sporting de Lisboa dio el mismo aviso que lanzaron el Celta y el Osasuna. La diferencia es que el equipo portugués tiene una calidad superior a los otros dos conjuntos españoles y puso al Real Madrid en jaque. La remontada milagrosa del conjunto blanco, cometida en el estadio creado paras vivirlas, no hace olvidar a Zidane que las advertencias llegaron muy pronto. Son los mismos avisos que el entrenador francés ha dado desde julio a sus hombres. No se sabe por qué, pero la plantilla madridista siempre comienza las temporadas relajada, dormida, y así ha perdido las últimas cuatro Ligas en las primeras siete jornadas, regalando seis, cinco, siete y seis puntos en los meses de agosto y septiembre de los últimos cuatro veranos.
El técnico ha exigido a sus pupilos concentración en estos meses para evitar que el campeonato español quede tirado de antemano. El Real Madrid ganó al Celta con la bocina y goleó al Osasuna con dos goles en contra (5-2) que debieron ser tres si el horroroso Fernández de Borbalán no anula un gol al cuadro navarro para hacer tirar un penalti que el gran Kiko Casilla detuvo. Esas dos dianas (tres) en contra era otra advertencia de la relajación mental. Asensio ya pagó esa actitud con el descarte para el partido de Champions. Pero el relax de algunos futbolistas (Casemiro, Carvajal, Ramos, Varane, Morata, Pepe, Kovacic y Lucas son todo lo contrario, el ejemplo de sacrificio) tuvo su mayor expresión en el estreno de la defensa de la Undécima, frente al cualitativo Sporting de Portugal, un equipo técnico y bien armado que jugó al fútbol e hizo sufrir al madridismo.
El debut en la Champions demostró que Benzema todavía no está preparado para ser titular en los grandes partidos. Y quedó en evidencia que, hoy, Lucas y Morata deben jugar. Probablemente lo harán el domingo en Cornellá frente al Español, prueba de fuego del líder de la Liga para mantener su condición.
Zidane desea romper el molde genético del Real Madrid y luchar por las dos competiciones, Copa de Europa y Liga, sin descartar ninguna por la primacía de la otra. Y eso cuesta en los futbolistas. El francés quiere que los futbolistas se concentren para ganar cada partido en ambos torneos como si fueran finales cada tres días. No es sencillo.
El miedo sufrido en la Champions frente al Spoting luso deja un mensaje añadido: hay que olvidar el aburguesamiento feliz de pensar en la victoria de la Undécima y partir de cero para combatir por la conquista de la Docena. Los jugadores han de aparcar su sentimiento apacible de haber ganado dos Champions en tres años si desean de verdad celebrar la duodécima del club.
Florentino Pérez anhela romper el maleficio de la imposibilidad de ganar dos Champions modernas consecutivas. Lleva dos alternas. Ese impedimento demuestra la dificultad de ser campeón de Europa. El Real Madrid pretende festejar dos Champions seguidas el 3 de junio de 2017. Es muy difícil. Para ello los pupilos de Zinedine deberán luchar concentrados en cada encuentro. Y no desperdiciar la Liga. Están avisados. Y su entrenador advierte con hechos. Asensio pasó a la grada tras ganar la Supercopa continental. Quien no rinda será relevado. Ante el Sporting fueron fundamentales los cambios. Morata, Lucas y James se convirtieron en letales. Aviso para navegantes. Si se quiere levantar la Docena hay que olvidar la Undécima y atacar cada partido como el último.

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