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El Barcelona no admite la Justicia: debió quedarse con nueve, Messi dio vergüenza y protesta

El Barcelona no admite la Justicia: debió quedarse con nueve, Messi dio vergüenza y protesta
B05. BARCELONA, 16/07/2015.- Los candidatos a la presidencia del FC Barcelona, Agustí Benedito (i), y Jordi Bartomeu (c), junto al presidente de la ANC, Jordi Sánchez (d), tras formalizar su firma en el Compromiso de País, un documento por el que se comprometen, entre otras cosas, a apoyar la independencia de Cataluña y la creación de selecciones deportivas catalanas. EFE/Alberto Estévez.
Tomás González-Martín el

Ha llegado el VAR y ¡qué casualidad!, el Barcelona, sin Sánchez Arminio al mando de los colegiados, comienza a tener problemas porque ya no le arbitran siempre a favor de obra. Durante catorce años, desde 2004, hemos visto cómo los colegiados ayudaban al conjunto azulgrana, dando las gracias eternas por los votos del fútbol catalán a la dictadura de Villar, que le mantuvo en el poder en 2004, frente a Gerardo González Otero, y en los últimos intentos de elecciones, hasta que la Justicia echó a Villar y forzó otros comicios.

Ahora, sin Sánchez Arminio, ese hombre que dijo a los colegiados en una cumbre de árbitros que el Real Madrid no era querido en el estamento, el Barcelona se topa con un poco de Justicia, poca, y ya protesta. Porque sabe que si hay Justicia, aunque sea mínima, muchos partidos no los habría ganado a lo largo de tres lustros. Y por ende, muchos títulos en España.

Solo hay que mirar unos hechos: ¿Por qué el Real Madrid triunfa en Europa y no gana habitualmente en la Liga española? Porque no se le midió nunca con el mismo rasero que al Barcelona, ni mucho menos. Es una pregunta que se hacen los aficionados y la prensa en el fútbol continental. Contra el Real Madrid se permiten habitualmente entradas violentas que no son castigadas por ese complejo generalizado que provoca reacciones de “así, así, así gana el Madrid” en cuanto un árbitro amonesta a un jugador local o sanciona dos faltas, lo que implica que los árbitros no señalen la mayoría de las patadas y entradones que los blancos sufren. Es así de sencillo. En Europa sí se castigan mayoritariamente los actos violentos y hay una mayor Justicia. Y los títulos ya ven donde se decantan.

El Barcelona ya no tiene a Villar, ni a Sánchez Arminio, y el VAR deja en evidencia muchas verdades. Y la vergüenza es que el club azulgrana y la prensa anexa critican al VAR y montan un escándalo porque el árbitro y el VAR decidió la expulsión de Lenglet. Era totalmente un acierto. En Cataluña incendian el cambio estructural y hablan de perjuicio. Es inaudito. Pero no dicen nada de la expulsión con roja directa que Semedo se mereció y el árbitro y el VAR no sancionaron. Tampoco hablan del empujón de Ter Stegen, que debió ser castigado al menos con una amonestación. Y por supuesto no dicen nada de la antideportividad de Messi, que no supo perder, cosa que es habitual. El árbitro le dio la mano y el argentino, educado en los mejores colegios de Barcelona (donde no aprendía catalán ni por equivocación), se la negó, para soltar una ristra de improperios al colegiado.

Messi demostró una bajeza moral propia de gentes sin colegio ni posibilidad de una educación digna. Lo peor es que en Barcelona hablan de atraco cuando no solo sacaron un punto inmerecido, sino que debieron acabar con nueve jugadores como mínimo. Y con tarjeta para el portero alemán. ¿Habrían empatado contra nueve? El gran perjudicado de un arbitraje parcial a favor del Barcelona, incluido el VAR, fue el Gerona.

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