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Blogs Tiro al blanco por Tomás González-Martín

Cristiano es el número uno, con o sin premios

Tomás González-Martín el

No hay polémica más simple que la generada por los premios ganados por los jugadores del Real Madrid y especialmente por los tres galardones conquistados por Cristiano, mal calentados ahora por Tebas, el jefe de la Liga. Los futbolistas de las veinte plantillas eligieron a Ronaldo como el mejor jugador de la Liga y el mejor delantero del campeonato. Solo demostraron inteligencia. Si el portugués es el mejor futbolista del mundo y el mayor goleador de Europa, ganador del Balón de Oro y de la Bota de oro, compartida por Luis Suárez, es lógico que los futbolistas de nuestro país seleccionen también al luso como el número uno. Es que lo es, sin duda. No son nuestros jugadores unos bichos raros. Ven lo mismo que los seleccionadores y capitanes de todo el mundo.

Por eso, las declaraciones de Javier Tebas solo han servido para complicarlo todavía más. Quería decir el presidente de la Liga que es mejor que el voto sea secreto, para que jugadores como los del Barcelona, por ejemplo, pudieran apostar por Cristiano o Ramos sin ser tildados de traidores. Decía el dirigente que si el voto es público, esos votos verdaderos no se producirían. Pues señor Tebas, dígalo, pero bien. No ponga en duda a CR7, porque es el mejor para todo el mundo, menos para Joseph Blatter, actorcillo de teatro gratuito de Oxford  metido a presidente de la FIFA.

Dicen después que Cristiano no es el centro de la polémica, sino los triunfos de Ramos, Modric y Keylor como mejor defensa, mejor centrocampista y mejor guardameta. Vayamos al litigio. Que Sergio Ramos ganara la votación, por encima de Miranda y Godín, parece un hecho normal. Además, el votante, como el aficionado, recuerda sus goles decisivos en la Champions, dos ante el Bayern y uno en la final contra el Atlético, y mezcla las competiciones. Vota al futbolista, no si brilló más o menos en la Liga o la Copa de Europa. Que Modric fuera el mejor centrocampista también es lógico, porque hizo una temporada colosal, con ese regate que todos los técnicos destacan.

Más discutible es el triunfo de Keylor frente a Courtois, en efecto. Pero no olvidemos que el costarricense salvó a Levante del descenso y es muy querido por muchos jugadores modestos que se sienten identificados con él. Y hay que valorar que doce de los veinte equipos son humildes y saben lo difícil que es triunfar en un club sin pretensiones de títulos. Otros dicen que Keylor ganó porque vive en Madrid y venía a recoger el premio, cosa que no haría Courtois, hoy cancerbero de Chelsea. Todo es posible.

Dicho todo esto, ¿dónde está la polémica? Hablemos claro. El quid de la cuestión es que el Atlético ha sido campeón como equipo compacto, dirigido por Simeone. No es un once de estrellas, sino un conjunto de buenos futbolistas que riden el ciento diez por cien con el Cholo al mando. Destaquemos una realidad: Diego Costa quedó como segundo delantero en la votación. Godín y Miranda secundaron a Ramos. Koke, a Modric. Courtois, a Keylor. El Madrid y el Barcelona los querrían en sus plantillas. De hecho, los azulgrana han intentado llevarse a Koke y a un central rojiblancos. No hay que ser el número uno para ser grande. Y los premios solo se conceden a uno. Son distinciones individuales. El trofeo al mejor equipo de la Liga se lo llevó el Atlético. Eso es lo que importa. Lo demás es centrocuentismo dialéctico.

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