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Blogs Tiro al blanco por Tomás González-Martín

Cristiano debe asumir ser el estandarte

Tomás González-Martín el

Juega al ratón y el gato. Es el juego que realiza su apoderado, Jorge Mendes, que mueve fichas, hilos y prensa para calentar traspasos y renovaciones. Es veterano Mendes en caldear situaciones para obtener los mejores contratos para sus futbolistas, y su porcentaje correspondiente. En Portugal se publica que Ronaldo quiere marcharse libre en 2015 y el jugador afirma tres días después que no ha hablado con el Real Madrid de su renovación, pero que le gustaría llegar a un acuerdo. Contradice, que algo queda.

Florentino, que es más veterano que todos y en muchas lides, se conoce el paño para cortar por lo fino. Sabe que le caldean el caso para que se apresure y le ofrezca a CR7 el oro, el moro y Portugal entera. El presidente es zorro también viejo. Se conoce las tácticas de todos. Irá despacio. Tranquilo. Negociará con Mendes y luego concretará su oferta con Ronaldo en la concentración estadounidense de pretemporada.

Cristiano sabe que su interés deportivo está en el Real Madrid. Lleva 201 goles en 199 partidos oficiales con el club blanco, camino de batir todos los récords (323, Raúl) y de conseguir todas las plusmarcas del club más famoso del mundo. Son unos objetivos ineludibles para una estrella como él. Esta campaña ha anotado 55 tantos. En ningún otro equipo del planeta conseguirá un promedio de 50,25 dianas por temporada (lleva cuatro). Tiene, además, los compañeros ideales para rendir como lo hace, con pases medidos (Ozil, Xabi) y puntas que le abren huecos (Higuaín, Benzema). El fútbol cualitativo, de toque, raso, de la Liga española le permite explotar todas sus virtudes. Irse sería la mayor tontería de su vida. Lo sabe.

Quiere quedarse. Desea renovar. Cristiano está asumiendo que es una bandera del equipo madridista. Ya es un líder, al lado de Casillas y de Ramos. Un capitán que se preocupa por la plantilla. Ahora tiene que dar el último salto adelante: ejercer como estandarte del club durante los próximos cuatro o cinco años, el tiempo que renueve.  Debe convertirse en el orgullo de la casa. Para eso hay un equipo que juega en torno a él. Y que continuará haciéndolo. Ronaldo debe firmar su futuro y tomar el testigo ante el madridismo y el mundo. Acabar con estas incógnitas que tienen a la afición en duda. Cuanto antes renueve comenzará la verdadera era de Cristiano.

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