Andriy Lunin, 19 años, 1,95 metros de envergadura y una agilidad impropia de un coloso de esas medidas, fue la primera respuesta del Real Madrid, inmediata, tras el error de Zidane de negar la llegada de Kepa. El ucraniano fue fichado nada más conquistar la Champions en Kiev. La segunda respuesta será la adquisición de Courtois, 26 años, mejor guardameta del mundo. El club recupera el mando absoluto de los fichajes y no cederá ante las posiciones de entrenadores como Zinedine, que se apoyó en la plantilla y en la consecución de dos Copas de Europa y una Liga para apostar por la continuidad de Kiko Casilla y su hijo Luca Zidane en el plantel, en detrimento de una promesa convertida en realidad como Kepa. Ahora se ha arreglado todo. Dos buenos cancerberos en vez de uno.
El internacional ucraniano, seleccionado por Shevchenko para su selección nacional nada más cumplir la mayoría de edad, fue puesto en la primera línea del fútbol mundial por el mito de su país y el Real Madrid lo ha catapultado ahora hacia la cumbre con el objetivo de no soportar más incógnitas en un puesto tan complicado como el de guardameta.
El club blanco sufrió el año pasado con la lesión de Keylor Navas, baja que se notó especialmente en la derrota otoñal por 3-1 frente al Tottenham, y la reacción ha sido cubrir esa posición con la seguridad necesaria. Tras esa negativa de Zidane a fichar a Kepa en enero, un error de futuro del francés, quizá porque ya sabía que no continuaría y solo pensó en el presente, el club blanco ha subsanado el fallo de planificación del técnico al recuperar las riendas del plantel y contratar a los futbolistas que considera necesarios sin pasar por el visto bueno del preparador de turno, que argumentó que no quería romper la armonía del grupo.
La respuesta del club en junio fue inmediata. La primera adquisición que realizó Florentino Pérez nada más celebrar la tercera Champions consecutiva fue anunciar el fichaje de Lunin, un portero para el futuro que contaba con una docena de ofertas de toda Europa y eligió el Real Madrid. La segunda será el belga.
El Real Madrid ha elegido al mejor arquero del Mundial, el belga, y a un joven que espera serlo en cuatro años. Ambos son la solución a las dudas vividas la última temporada. Lunin sabe que tiene difícil jugar ante los dos Guantes de Oro de los dos últimos Mundiales y deberá meditar una cesión: «El club y yo decidiremos que es lo más conveniente para mí». Prefirió firmar por el Real Madrid por una razón superior a todas: «Lo que me apasiona de este club es que cuando vence quiere más, es ambicioso, ganador».
A la espera de Courtois, cuyo fichaje mantiene en tensión al Real Madrid y al Chelsea, que le busca un sustituto con el 9 de agosto como listón del cierre del mercado inglés, el club blanco contará con cuatro guardametas ante la próxima campaña: Keylor, Lunin, Kiko Casilla y el ansiado «goalkeeper» del Chelsea. Está descartado un quinto arquero, Luca Zidane, pues realmente pertenece al Castilla y deberá determinar si se queda en el filial o se marcha a otro sitio. La misma realidad viven Kiko Casilla y Lunin. El catalán cumple 32 años en diciembre y no tiene sitio en este plantel. Deberá irse cedido o traspasado. Y el porvenir de Lunin depende de Courtois y de la política que se programe con él. Ha rubricado su contrato por seis temporadas. El ucraniano se entrena con Lopetegui desde el comienzo de la pretemporada en Valdebebas y estudia español con éxito. Contestó en el palco de honor del Bernabéu a Florentino Pérez, que agradeció su deseo de jugar en el Real Madrid, en un buen castellano, pausado y bien pronunciado. «Estudio el idioma, pero aún no lo hablo bien». Pues en una semana ya sabe más que Beckham en cuatro años. Shevchenko le felicitó por el fichaje y le deseó suerte, porque la fortuna de Lunin será también la de Ucrania. El cancerbero cuida su alimentación con esmero para mejorar esa rapidez de movimientos que demuestra con 86 kilos y 1,95 de estatura. «Vengo aquí a triunfar». Ojalá. Es la respuesta al fallo de Zidane al rechazar a Kepa por 20 millones. La adquisición de Courtois por 35 millones es la rúbrica que lo contesta todo.
El Real Madrid puso orden en su casa al contratar a Lopetegui y Lunin, con Thibaut Courtois esperando en Tenerife para venir a la que también es su casa anhelada.
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