ABC
| Registro
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizABC
Blogs Tiro al blanco por Tomás González-Martín

Casillas tiene libertad de decisión

Tomás González-Martín el

El Real Madrid tiene tres guardanmetas de alto nivel y no piensa forzar la situación. Keylor Navas firma su contrato en cuestión de horas y se suma a la batalla que viven Diego López e Íker Casillas desde el 30 de enero de 2013. El costarricense luchará también, y en igualdad de condiciones, por el puesto de portero titular del campeón de Europa. El club ha decidido contratar al centroamericano como cancerbero de futuro. Y quiere romper con una situación anómala, ese dueto que suscita inquinas, filias y fobias, con la inclusión de otro rival.

El club no está preocupado por tener tres candidatos a la titularidad de la portería. Si nadie quiere irse, se quedará con los tres. La entidad nunca presionará a uno para que se vaya. En el Madrid, quien desea quedarse, se queda.  Lo que no quiere es mantener el debate habitual entre Diego e Íker, dos hombres enfrentados por el destino. Con Keylor se rompe la baraja. Hay tres. No es un debate de uno u otro, sino de uno, otro y uno más. Cambia mucho el ambiente.

El Madrid ha dejado claro a los tres que pueden quedarse y que será una pelea deportivva y sin cuartel. Y les ha explicado que quien prefiera irse, que lo diga. Se le abrirán las puertas. Diego López ha dicho que continuará públicamente, pase lo que pase, sea suplente o titular. Casillas ha dicho que seguirá, pero en el aura del ídolo se siente que las adversidades vividas desde que vino Diego López han variado su percepción del futuro.

Hay que hablar co sinceridad: Íker no está cómodo futbolísticamente. De ser un icono ha pasado a ser reserva. Falló gravemente en la final de la Champions. Sergio Ramos le salvó de la quema con su gol salvador. Casillas también estuvo mal en el Mundial. El madrileño no está a gusto, la verdad, aunque exteriormente diga lo contrario. La falta de partidos le hizo perder seguridad, confianza. No es el mismo. Ya no es el talismán. Es objeto de debate. 

El portador del número uno medita en su interior la conveniencia de marcharse. Especialmente ante el peligro que supone combatir con otro adversario, Keylor, además de Diego López. Casillas comienza hoy a entrenar y Diego ya le ha tomado ventaja. Lleva once entrenamientos más que él ante la final de la Supercopa de Europa, el 12 de agosto, dentro de dieciocho días. 

Alto, blanco y claro: si Casillas desea marcharse, el Real Madrid le facilitará las cosas para conseguir su anhelo y fichar por el equipo que elija. Incluso se le dará la carta de libertad si el club elegido no quiere pagar traspaso porque acoge a un futbolista con una ficha anual de ocho millones, firmada en el Real Madrid hasta 2017. Íker es un ídolo del madridismo y se le dejará buscar su futuro, como se le permitió a Raúl. La decisión es suya. Pero debe ser él quien avance un paso al frente y lo comunique abiertamente: “Me quiero ir”. No será el Madrid, nunca, quien le diga que tiene que marcharse. El club nunca presionará a un ídolo eterno para irse. Al revés. Esta es su Casa. Blanca. Y si se fuera de ella, será por decisión propia. En esta hipótesis, el Madrid le abriría las puertas. No sería un obstáculo. Le ayudará a planificar su futuro en otro sitio. Como hizo con Raúl.

Otros temas
Tomás González-Martín el

Entradas más recientes