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Blogs Tiro al blanco por Tomás González-Martín

Benzema apunta al clásico para crear el bendito problema del Real Madrid

Tomás González-Martín el

La Justicia francesa levanta el veto a Benzema y el futbolista desea quitarse el veto de sus lesiones para reaparecer en el Real Madrid antes de saber si la selección gala le convocará o no para los próximos partidos amistosos. El delantero sufrió una rotura en el muslo derecho el 27 de febrero y su objetivo es recibir minutos el día 20, frente al Sevilla, con el objetivo de ser titular en el clásico del 2 de abril en el Camp Nou. Karim quiere generar a Zidane el bendito problema que ha definido históricamente al club, frase que hizo célebre Molowny, el artista del banquillo que puso el sentido común en las diversas crisis del equipo, durante dos décadas, hasta hacerle ganar títulos después de tocar fondo con oro entrenador.

Molowny repitió varias veces ese milagro de la lógica aplicada al fútbol. Ahora, Zidane pretende imponer similar sentido común. Muchos dijeron que era novato y no podría con el poder del vestuario, como no pudo Benítez. Estaban equivocados. El francés observó durante las visitas al Betis, el Granada y el Málaga que diversos futbolistas no daban la cara con la agresividad necesaria para ganar. Esperó. Dio un margen. Y declaró la revolución. Sentó a James e Isco, a los que introduce de forma alterna en el esquema, para convertir en titulares a Casemiro y Lucas Vázquez. El Madrid comenzó a correr como los rivales. Y aún puede correr más, pues la Roma sumó un kilómetro más que los blancos en el partido récord de esfuerzo del conjunto de Zidane. El técnico sentó a Varane y devolvió el liderazgo a Pepe, que hizo 10,6 kilómetros en el último partido de Champions, más que Modric y Marcelo.

Zinedine habló claro a sus hombres: o nos esforzamos al máximo o nos echan a todos a la calle en mayo. Tomó medidas antes que las pudieran tomar con él, después de los fallos ante el Málaga y el Atlético. El club le apoyaba en su objetivo de alinear el equipo que mejor rindiera, sin mirar nombres, porque la crisis era alargada. No podía tropezarse más. Había que mejorar antes de regresar a la  Champions.

Zizou revolucionó el once. Y salió bien. Ahora regresa Benzema, que se entrena día y tarde para reaparecer ante el Sevilla y el Barcelona, y el responsable del plantel tendrá el bendito problema de Molowny: ¿A quién quito? Si el delantero está bien, veremos quien sale del once. Lo presumible es que en el Camp Nou juegue la BBC en el ataque, con Modric, Casemiro y Kroos como centro del campo. Pero si el delantero centro no se encuentra a tope, comenzará de suplente y dará sitio a Lucas Vázquez para presentar un 4-4-2 más aguerrido en la media.

A Benzema le encanta jugar ante el Barcelona. Es un futbolista elogiado en el mundo azulgrana por su calidad, su potencia y su manera de controlar los balones, de pincharlos, en los pases más difíciles imaginables. Zidane quiere que el Madrid haga un buen partido en el clásico. Benzema se prepara para cumplir ese anhelo. Y el entrenador, por fin, está contento al contar con hombres de sobra para aplicar las estrategias ofensiva y defensiva con eficacia. Ahora sus pupilos muerden, defienden mejor, presionan más. Hace un mes no era así. Los futbolistas han visto las orejas al lobo francés, que les advirtió: en mayo habrá un lobo más duro. Porque el Real Madrid no podía seguir así, empatando en el Villamarín y La Rosaleda y perdiendo otro derbi frente  Simeone. Parece que los jugadores han entendido el mensaje. Benzema quiere ser uno de los líderes de esa revolución.

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