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Blogs Tiro al blanco por Tomás González-Martín

Ataca a Benzema, ataca al presidente

Tomás González-Martín el

Benzema fue el colchón que los enemigos de Florentino Pérez se han buscado durante años para pegar al presidente por medio de uno de sus futbolistas más queridos. El dirigente del Real Madrid manifestaba que si querían pegarle mediáticamente a él, que lo hicieran directamente, pero no por medio de sus futbolistas. Que fueran valientes y dieran la cara. Karim no tenía culpa de nada, pero ha sido la víctima propiciatoria. Florentino Pérez acudió a los suburbios de Lyon a convencerle para que fichara por el club en la primavera de 2009 y esa decisión clara no se perdona. Se le buscaron defectos al chaval desde que vino. Que si no tenía sangre en el campo, que si era indolente, que si estaba dormido. No fue de los fichajes más caros de la era Florentino. Costó 35 millones. Pero esa fe del dirigente hizo que el francés de origen argelino pagara las consecuencias.

A lo largo de seis años ha escuchado que no era un delantero centro, que no marcaba los goles que exige ser el nueve del club más prestigioso del mundo. La única razón es que no jugaba de nueve. No era un Santillana clásico. Hasta Benítez lo ha dicho después de verle decidir los tres puntos en el correoso ambiente de San Mamés: es un delantero que se sale del área y también da pases de gol. La diferencia es que ahora, por vez primera, un entrenador le ha dicho que ejerza de rematador. Que no sea siempre el escudero de Cristiano. El cambio es evidente.

Karim suma seis goles en cinco partidos. Desde que jugó el primer encuentro de esta temporada no ha dejado de acertar. Ancelotti tuvo que defenderle en cada una de sus dos temporadas al mando cuando las críticas a dos malos resultados se dirigían siempre al flanco débil, al delantero extranjero que no tiene ayuda mediática y no acude a la selección española para conceder entrevistas y ganarse el apoyo de algunos que juegan a ese intercambio. Hubo un momento en que se buscó a Jesé como su relevo. Otros pedían su traspaso para traer un ariete puro de área. En medio de ese ambiente fabricado, se le llegó a silbar en el Bernabéu como el culpable de todos los males. El pecado del jugador era que no corría por la banda para tirarse delante de las primeras filas y ganarse el aplauso gratuito de un balón perdido de antemano, ante una grada encendida. Ancelotti cortó la tertulia. Adujo que Benzema era indiscutible por su calidad, su técnica, su visión de juego y su talento para explotar las mejores virtudes de Cristiano. ¡Cuantos goles le deberá Ronaldo! Se acabó el litigio.

Benítez opina lo mismo. Elogia tanto su clase que por eso le exige rendimiento con números: entre 30 y 35 goles esta temporada, unos 20 o 25 en Liga, y una docena de asistencias. Le pone el listón porque posee condiciones para llegar más alto. Ya nadie critica a Benzema como el talón de Aquiles donde cebarse. El francés siempre fue elogiado en el Barcelona y no comprendían esos ataques a un futbolista que más quisieran tener al lado de Messi. La diferencia entre Karim y otros nueves es que también le gusta dar pases letales para que otros marquen. No es ególatra. Quizá deba serlo para no parecer débil.

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