ABC
| Registro
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizABC
Blogs Por Tierra, Mar y Aire por Esteban Villarejo

Herat (V): Siesta en “Camp Stone”, alfombras de guerra

Herat (V): Siesta en “Camp Stone”, alfombras de guerra
Dos militares estadounidenses echan la "siesta" en Camp Stone, cerca de Herat / JAIME GARCÍA
Esteban Villarejo el

Día 15 en Afganistán: sobremesa tras la comida con el general afgano Mohammad Yahid. Nos dirigimos a Camp Stone, una base cien por cien “USA” y uno de los anteriores centros neurálgicos de la misión que los estadounidenses tienen en Afganistán por su cuenta, es decir, paralela a la OTAN: “Enduring Freedom-A” (Libertad Duradera en Afganistán).

EE.UU. contribuye ahora a la misión de ISAF-OTAN con 68.000 militares del total de 99.590 que los países aliados tienen desplegados en Afganistán. Camp Stone es tan americana que no aceptan euros: “Solo dólares”, nos dice una de las empleadas de uno típico “coffee”. Ni en tarjeta podemos pagar.

Una de las alfombras alusivas a la guerra que se pueden adquirir en los mercadillos afganos de las bases de EE.UU. y otros países / JAIME GARCÍA

 

A la espera de algunos miembros de la delegación española, nos dirigimos a las tiendas de “souvenirs” afganas donde predomina un recuerdo: la alfombra de la Guerra de Afganistán, conflicto al que han comparado algunos con la guerra de Vietnam: “El Vietnam del siglo XXI”. Algunos compañeros se dirigen a ver el monumento a los caídos que tienen los estadounidenses en cada base. Un rifle de asalto, unas botas y un casco.

Conversamos con algunos agentes de la Guardia Civil que escoltaron el convoy del coronel José De Andrés Cuadra en su encuentro con el general Yahid. Hablamos sobre las medidas de seguridad, las quejas de algunos generales afganos que acceden a la base italo-española de Herat. “No se hace distinción alguna, sea general o sea empleado afgano”. Lo primero es la seguridad.

Otra de las alfombras que se podía adquirir en la base estadounidense / JAIME GARCÍA

 

Algunos militares estadounidenses duermen una suerte de siesta detrás nuestra. Una polvorienta y lánguida siesta. El polvo de nuevo nos impide divisar las montañas que nos cercan. “Es Marte”, me digo otra vez. “Podría ser Almería”, me dice otro colega vía twitter. No en vano, en el cuartel de la Legión de Viator hay un “poblado afgano” donde las tropas españolas entrenan antes de venir a su misión en Afganistán.

Instintivamente uno de los militares estadounidenses (US Navy) no separa su mano derecha de su pistola. Duerme pero aguarda. Se les ve cansados… amodorrados, pero vigilan.

Ellos echan la siesta en el suelo de Camp Stone; mientras, algunos de sus compañeros compran su souvenir de guerra: la alfombra afgana. Muy hortera. Armas adornan los tejidos. AK-47, lanzagranadas, vehículos blindados, helicópteros… ¿Terminará colgada en una pared de Iowa? ¿En el suelo de un salón de Virginia? Pregunto por el precio: “You, Spanish… 130 dollars”. ¿American? “American… 320 dollars”.

PD- Mañana contaremos nuestro último día en Afganistán. ¡Volvemos a casa con nuestros soldados! Todas las fotos del reencuentro en Asturias y Madrid.

 

Internacional
Esteban Villarejo el

Entradas más recientes