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Badghis (y XIII): “Hemos ido adonde estaba la insurgencia”

Badghis (y XIII): “Hemos ido adonde estaba la insurgencia”
El coronel Fernando García González-Valerio, jefe de Aspfor XXXII / JAIME GARCÍA
Esteban Villarejo el

Partimos de Qala i Nao y este trozo de España que es la base “Ruy González de Clavijo”. El tránsito hacia nuestro próximo destino como empotrado con las tropas en Afganistán será duro (ya lo desvelaremos mañana). Nos vamos con el buen sabor de haber podido realizar nuestro trabajo en las condiciones de máxima transparencia. Preguntamos lo que quisimos, respondieron lo que quisieron. 

En este último post daremos paso al coronel del contingente Aspfor XXXII, Fernando García González-Valerio, con el que hemos podido conversar en varias ocasiones, con entrevista incluida.

Desde el pasado 11 de noviembre el coronel,  jefe del Regimiento de Infantería Ligera “Príncipe” Nº 3 perteneciente a la BRILAT “Galicia” VII, es el jefe de la Fuerza Española en Afganistán con proyección en toda la provincia de Badghis. “Aquí haces un poco como gobernador en la sombra”, reconoce.

El coronel, con la ciudad de Qala i Nao al fondo / JAIME GARCÍA

Durante estos seis meses los militares españoles han replegado los puestos avanzados de combate de Ludina y Muqur y otras posiciones como Golo Jirak. En la primera quincena de mayo el contingente será relevado, sus hombres han comenzado ya a hacer el petate de vuelta a casa.

Natural de Barbastro (Huesca), el coronel ha participado anteriormente en varias misiones como Mozambique, Bosnia y Herzegovina, Kosovo y la propia Afganistán, donde estuvo en 2008 como segundo jefe del Equipo de Reconstrucción Provincial. El coronel González-Valerio estuvo destinado en la Brigada Paracaidista en los empleos de teniente, capitán y teniente coronel, en el que ejerció el mando de la III Bandera.

He aquí los principales extractos de la entrevista

 – ¿Misión cumplida?

– Es una misión cumplida, hemos sido muy exigentes, aunque reconozco que me hubiera gustado conseguir más, pero esto es Afganistán y hemos tenido que combatir el invierno, la nieve, el barro, el frío. Sobre todo en los Puestos de Combate Avanzado, donde las condiciones han sido muy duras.

– ¿Está mejor Badghis ahora?

– El parámetro es cómo llegamos y cómo lo dejamos. En todos los aspectos está mucho mejor. ¿Que a mí me hubiera gustado dejarlo mucho mejor? También lo reconozco. Pero hay condicionantes: lentitud en la gobernabilidad, porque esto es Afganistán; la corrupción en algunos organismos, una lacra y un problema. Pero también cosas positivas, operaciones con el Ejército Nacional Afgano (ANA, en sus siglas inglesas) en lugares de la insurgencia a los que nunca se había llegado como los valles de Darra-i-Bum y Garmaz, zona de Cargasgol.

– Para el repliegue se han desplegado un material militar novedoso en las Fuerzas Armadas…

– Las FF.AA. y el Ejército de Tierra han hecho un gran esfuerzo para poner en marcha los morteros embarcados, los helicópteros de ataque “Tigre”, los vehículos antimina Husky. Han venido cuando ha surgido la necesidad  por la propia evolución de la misión. No es lo mismo en 2002-2007, que 2010-2012. Los Husky se compraron en un tiempo récord, los morteros embarcados son un sistema complejo y se han traído. Se ha respondido a una velocidad tremenda, velamos por la seguridad de nuestros hombres y mujeres, lo más valioso que tenemos.

 – ¿Y el futuro de Afganistán y la provincia de Badghis, cómo lo ve?

– Soy optimista, aunque hay que ser moderadamente optimista. Los afganos son conscientes de lo que tienen. A nivel político en Kabul aseguran que esto va a ir mejor cuando nos vayamos. Creo que se alcanzará una serie de acuerdos entre los actores y se llegará a un ‘statu quo’. En Badghis, por ejemplo, la insurgencia que tenemos no tiene carga ideológica y pocos verdaderos líderes que sean talibanes. Son bandoleros por mera supervivencia. Uno de los problemas tremendos en la provincia es el tema de la droga.

– ¿Hay alternativas al cultivo de la amapola para extraer el opio?.

– Se ofrecen, claro, pero quizá debería ser más realista. Porque el kilo de trigo se puede vender a tres dólares y el de opio cien veces más. Es necesario un plan global a nivel nacional.

– ¿Militarmente que le ha supuesto la misión?

– Una aproximación global a la insurgencia. Hemos aprendido que es importante conjugar operaciones militares y civiles. Hablar con los líderes políticos, la Policía. Aquí haces un poco como gobernador en la sombra. En las operaciones militares he aprendido muchísimo. Cómo prepararlas, cómo sorprender y hacer cada día una operación diferente, porque si algo tienen los afganos es que son muy buenos luchadores y tenaces. No tienen miedo a perder la vida. Cómo les engañamos, desde cortar las señales de telefonía, cambiar tácticas… Aquí se sacan al día lecciones aprendidas. Militarmente es un desafío tremendo tener esa imaginación y desarrollarla para no dejarte sorprender y seas tú el que sorprendas.

 -¿Y personalmente que ha aprendido?

– Personalmente es tremendo lo que se aprende aquí. Primero son unas relaciones humanas muy intensas, se vive encerrado en la base, el ritmo de la operación es altísimo, a mí me supone una exigencia porque tengo 1.200 personas mirándome todo el día porque soy el único que lleva tres estrellas de ocho puntas. Es una exigencia tremenda. Luego tengo unos subordinados, unos magníficos tenientes coroneles que me hacen exigirme a mí muchísimo como persona y luego ese cariño que tienes que dar. Cuando murió el sargento Fernández Ureña sentía parte de la profesionalidad de todos los subordinados. Siento el orgullo de mis soldados en la manera cómo saludan y es un tema personal que me enorgullece.

 – ¿Cómo ha organizado el repliegue? ¿Qué plazos maneja?

-De aquí a final de año abandonaremos la provincia de Badghis. Hemos iniciado el repligue de las bases avanzadas y estamos completando y quitando todo lo que podemos de cara al siguiente contingente. Todo el material que no es necesario para el cumplimiento de la misión por parte del próximo contingente lo hemos ido quitando porque entendemos que el repliegue de esta base principal a Herat va a ser complicado.

 – ¿Qué pasará con la base de Qala i Nao?

– Cuando se compraron los terrenos en 2010 a particulares ya se cedieron entonces a las autoridades afganas, más concretamente al Ministerio de Defensa con una cláusula que decía que teníamos el usufructo de la utilización “sine die”. La idea que tenemos es cederla al Ejército afgano. Vamos a dejar la base en unas magníficas condiciones de uso.

– ¿En el repliegue se incrementarán las amenazas?

-Una de las hipótesis que se trabaja es que de cara a una futura negociación, los diferentes grupos insurgentes quisieran posicionarse. La manera de posicionarse dentro de la insurgencia es que mientras más ataques hagan contra ISAF más le valoran y eso les da fuerza dentro de la insurgencia. Aquí trabajamos desde la hipótesis más probable a la más peligrosa. Sinceramente creo que el nivel de riesgo en la provincia de Badghis es como el del año pasado. Hasta ahora hemos tenido problemas con la insurgencia, hemos tenido combates pero debido a las operaciones que hemos hecho. Uno de nuestros cometidos ha sido dejar las condiciones de seguridad en la provincia lo mejor posible para que el próximo contingente se centre en el repliegue que es un cometido muy exigente.

– Podemos decir que la insurgencia está a la defensiva.

– Hemos tratado de presionarles lo máximo posible. Hemos ido donde están ellos para tratar de que estén a la defensiva.

 

 

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