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Blogs La polvera por Teresa de la Cierva

¿Nutricosmética sin orden ni concierto? Gema Cabañero realiza diagnóstico a medida.

¿Nutricosmética sin orden ni concierto? Gema Cabañero realiza diagnóstico a medida.
Teresa de la Cierva el

Que a tod@s nos ha dado por atiborrarnos de nutricosméticos es un hecho. Y los cocteles que nos hacemos algun@s, son dignos de estar en la carta de los mejores “bartenders” de los centros de antiaging. Una cápsula de silicio, dos de magnesio, tres de multivitaminas, cuatro para el pelo, cinco de Omega 3, seis de colágeno… Así hasta 10, 20, 30 unidades!! Los pastilleros son infinitos y personalísimos. Como contaba Marta Barroso hace unos días en una conferencia sobre los hábitos de las mujeres 50 en la sede de COMO de Comunica+A, “los desayunos a nuestra edad se alargan 15 minutos por el tiempo que dedicamos a ingerir todo ese arsenal”.

Pero casi tod@s elaboramos nuestra propia receta con lo que nos han dicho por aquí, lo que hemos leído por allá… Sin mucho conocimiento de lo que nos estamos metiendo en el cuerpo. Y la única forma que tenemos de medir si están funcionando realmente sobre nuestra piel, nuestro pelo o nuestro cuerpo, no va mas allá de criterios subjetivos, como “me veo o me siento mejor”.

Sin sumar el gasto que supone, a veces excesivo o innecesario porque tomamos suplementos que no nos hacen falta, y sin embargo, tenemos carencias de otros, que necesitaríamos.

Según Gema Cabañero, experta en estética y dietética, “elegir unos u otros en base únicamente a percepciones personales de falta de densidad de cabello, celulitis, arrugas etc. es un ‘tiro a ciegas’ a nivel de resultados y también, en ciertos casos, un riesgo para la salud: sin un análisis causal del verdadero origen de ese o esos síntomas por parte de una especialista, es imposible detectar qué carencias micronutricionales son el auténtico foco del ‘problema’ y por tanto tratarlo adecuadamente”.

¿La solución? Seguir un programa a nuestra medida, como los que realizan en los diversos centros dedicados al antiaging que hay por España.

Yo lo hice durante seis meses de la mano de la especialista Gema Cabañero, y fue todo un éxito.

Mi percepción subjetiva fue que, tras ese periodo, mi piel se había redensificado (si soy franca, más que sentirlo yo, me lo decían las esteticiennes cuando me trabajaban la piel), tenía más luz (eso si lo noté) y menos rojeces (esto también).

Pero además, tengo los datos objetivos. Mediciones tan precisas como que mi porcentaje de colágeno se había incrementado en un 19% o que mis “áreas rojas” se redujeron de 527 a 490 (traducción: que había mejorado la densidad de la piel y rebajado la facilidad a tener coloretes de Heidi).

El sistema 180 The Concept  (creado tras 20 años de investigaciones), requiere un diagnóstico exhaustivo sobre el estado del envejecimiento interior, y en base a esos datos, elaboran entre ella y una doctora, un plan nutricosmético a medida, para seguir durante el periodo que consideran necesario para apreciar resultados notables (en mi caso, 6 meses), y después, un seguimiento para el mantenimiento.

 

 

“Nuestro tipo de arrugas y flacidez e incluso nuestra particular distribución de las grasas es producto de diversos procesos internos, estudiados por las principales teorías del envejecimiento. Así, para poder pautar el tratamiento mas adecuado, un diagnóstico superficial no es válido: es preciso asomarse al interior”,  me explicó. Gema “Y según lo que dicen las mediciones, recetamos los micronutrientes que se adaptan exactamente a las carencias de cada cliente. Solo así conseguimos contrarrestar los efectos de los errores del pasado, mejorar el aspecto actual, y ¡prevenir el deterioro futuro!”, me explicó.

En la primera cita, me sometí a las pruebas con los 3 equipos de medición de que disponen, y que detectan los niveles de oxidación, glicación e inflamación celular, así como el ‘desgaste’ de las glándulas más importantes del cuerpo relacionadas con el envejecimiento, el bienestar y la calidad de la piel (pineal, páncreas, tiroides…).

 

 

1. Con el scanner morfo-facial, descubrí que tenía el capital solar bastante agotado (es la cantidad de sol que puede nuestra piel soportar sin “protestar”) y algunas concentraciones de melanina internas,  deseando aflorar a la superficie en forma de manchas. Mi daño solar estaba en 682 puntos (y en medio año descendió a 618, que no es mucho pero porque paso mucho tiempo al sol…).

También mi sistema vascular estaba alterado y eso significaba que podían aparecer “arañas” si no lo tenía bajo control y que perdería densidad de la piel.

Y mi desgaste oxidativo se situaba en el 99,98% (pero seis meses más tarde se había reducido al 21,37%)

 

 

2. El sistema de medición de mi morfología, fue mucho más allá del típico informe de composición corporal (proporciones de masa grasa, masa magra/ músculo, % de agua y tasa de metabolismo basal). Me calcularon la proporción de grasa tóxica, la que está directamente relacionada con el envejecimiento, y la que detecta si hay desequilibrios hormonales (y la responsable de que se ubique la grasa en la parte inferior o superior del cuerpo). Mi porcentaje de inflamación en la primera cita era de 18,41% (por debajo de lo ideal) y tras el tratamiento mejoró al 21,81%, entrando en la zona saludable.

Y en cuanto a la distribución de la grasa, pasé del 31,1% en el tren superior y 68,9 en el inferior en la primera visita a colocarse un 39,7% de cintura para arriba y el 60,3% de cintura para bajo. Estos datos indican no sólo que mejoré mi distribución de los porcentajes de masa grasa, magra y agua sino el equilibrio hormonal, que es el que se encarga de que el reparto de la grasa se acerque a los valores ideales son: 40% superior y 60% inferior. Vamos, que el tan anhelado 90/60/90 queda ya desbancado por este 40/60!!

 

 

 

3. El análisis ocular mide la cantidad de colágeno que tenemos. La córnea está compuesta casi en su totalidad por esa sustancia y, tal y como han confirmado diversos estudios científicos, las conclusiones del análisis de dicho colágeno son extrapolables al resto de estructuras orgánicas, piel incluida. De esta forma, midiendo sus niveles y distribución, se puede determinar con precisión, los niveles de glicación y el porcentaje de daño que presenta nuestro colágeno. En mi caso, al empezar el tratamiento el porcentaje de glicación se situaba en 99,98% y seis meses más tarde, había descendido a 13,77%.

 

 

 

Durante el periodo de tratamiento acudí al centro mensualmente a revisión, y repetíamos las pruebas para evaluar los efectos que los nutricosméticos (todos de fórmulas elaboradas por ella) que me habían recetado estaban teniendo sobre mi piel.

Según los cambios logrados, Gema me iba adecuando la suplementación..

 

 

¿Qué tienen sus fórmulas que no tengan las demás?

Ella las denomina “de alta costura” porque son 18 “mezclas maestras” a base de los micronutrientes habituales (vitaminas, aminoácidos, minerales, extractos vegetales, colágeno ácido hialurónico…) de alta calidad, y certificadas por las autoridades sanitarias europeas.

Se dividen en 3 líneas:

1. Línea e (essentials): cápsulas para retrasar el reloj biológico, prevenir y contrarrestar arrugas, manchas, flacidez o cambios en la distribución de la grasa corporal.

2. Líneas rV (revitalizing): fundamentalmente a base de aminoácidos, que nuestro organismo emplea para reparar y mantener en buen estado las células, construir nuevos tejidos, y mejorar la calidad del cabello, fortalecer las uñas o aumentar la elasticidad de la piel. ¿El plus? Según la fórmula, pueden mejorar la concentración, calmar la ansiedad o favorecer la sensación de saciedad.

3. Línea h (healing): con probióticos y prebióticos como protagonistas, tienen entre sus principales misiones regular la flora intestinal.

“Con 180 The Concept no sólo conseguimos una mejora externa (piel, pérdida de peso, etc.), sino mayor energía y concentración, mejor calidad del sueño y/o mejor humor, una actitud más positiva”, asegura Cabañero.

Yo alcancé todos esos objetivos, menos dormir mejor. Es más, al principio dormía peor, supongo que porque a mi organismo le costó adaptarse a esos cambios.

Pasados los 6 meses de prueba, tengo que reconocer que abandoné el barco (tienen planes de mantenimiento) porque ya sabéis que soy infiel por “necesidades del guión”. ¿Si no pruebo otras cosas cómo voy a poder compartir con vosotros nuevas experiencias?

El sistema puede seguir en los más de 20 clínicas estéticas certificadas que lo han adoptado por España.

¿La mala noticia? (siempre hay alguna): el precio es de,l programa es de 2.200€, e incluye consultas mensuales, y las 36 fórmulas personalizadas de nutricosmética para los 6 meses.

 

Tratamientos
Teresa de la Cierva el

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