Felicitaciones y mensajes amables en los grupos de WhatsApp me han recordado esta mañana que hoy era el dÃa internacional de la mujer.
No sé cómo categorizar esta fecha: quizá junto a las efemérides reivindicativas, como el dÃa del trabajo. O podrÃa encajar en los dÃas pastel de regalos corteinglés, como los enamorados de San ValentÃn (de hecho, me han regalado una flor). Peor lo veo en las fechas dedicadas a las minorÃas, como el dÃa de las personas con enfermedades raras, porque nosotras somos la mitad de la población…
Ninguna de estas clasificaciones me gusta, pero tampoco encuentro otra. Me parece una fecha desdibujada. Recorro la prensa online y percibo poco eco de la celebración, salvo algunas imágenes comentadas de las manifestaciones en diferentes ciudades. Y prácticamente nada sobre lo que deberÃa reclamarse a voces en este acontecimiento internacional: la supresión del terrible yugo que hiende la espalda de muchÃsimas mujeres en el mundo, solo por el hecho de serlo.
Pero después de una larga jornada de trabajo, prefiero quedarme en lo amable: Talent Search People me ha invitado a una comida de mujeres profesionales, agradable paréntesis en un dÃa ajetreado. A diferencia de lo que muchos lectores podáis pensar, nuestra conversación ha estado prácticamente desprovista de género, y sólo con el café nos hemos permitido algunos comentarios sobre la mujer y el trabajo: la imposible conciliación familiar con la filosofÃa presentista que sigue imperando en las empresas, nuestros complejos de culpa en la maternidad, el difÃcil rol de la mujer directiva (una especie indeseable)… y esas cosas que no nos atrevemos a comentar cuando hay hombres, no nos vayan a etiquetar de feministas.
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Con mis compañeras de mesa: Natalia y Ana (de Talent Search People), Carolina, Laura y Elena
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