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Medidas prácticas y eficaces para personas agobiadas

Medidas prácticas y eficaces para personas agobiadas
Maria C. Orellana el

 

El libro La máquina que cambió el mundo (1990, Womack, Jones y Roos) articuló por primera vez los principios de la producción “Lean”, un nuevo modelo que abarcaba todas las actividades de creación de valor en el proceso, desde el diseño hasta la distribución y el servicio al cliente, y que convirtió a Toyota en el mayor productor de automóviles.

Lejos de quedarse anticuados, los principios Lean siguen hoy inspirando la transformación de procesos en muchos ámbitos y concretamente en la gestión de proyectos. Las actuales metodologías “ágiles” buscan obtener los mejores resultados de la forma más eficiente posible, identificando y priorizando el valor, reduciendo desperdicios (tareas innecesarias, tiempos muertos…) y persiguen la mejora continua mediante ciclos rápidos de prueba – aprendizaje – fallo.

Parecerá descabellado, pero estas teorías de eficiencia de los procesos pueden aplicarse a la organización vital, sobre todo cuando compaginar la intensa vida profesional con la personal y familiar se ha convertido hoy en una tarea ardua y compleja para muchos.

Lo primero es buscar dónde está el valor para cada uno: si quiero dedicar a mis hijos más tiempo de calidad, mantenerme en forma, buscar el equilibrio entre el ocio y el trabajo, mejorar la relación con mi pareja, reducir el tiempo dedicado a las tareas domésticas… A partir de aquí, debemos analizar las actividades que realizamos, eliminar o reducir las que no aportan el valor esperado, aplicar las mejoras y revisar los resultados para volver a empezar el ciclo.

En función de nuestras prioridades personales, podemos minimizar las tareas que únicamente hacemos por costumbre o convencionalismo social. Cuando mis hijas eran pequeñas, en mi absurda pretensión de parecer la madre perfecta (y no una persona desbordada por las responsabilidades) las vestía igual, con los leotardos, lazos y zapatos perfectamente conjuntados, como si fueran las hijas de Letizia pero con un presupuesto bastante más limitado. Esto suponía un esfuerzo titánico para mí, porque las niñas no paraban de crecer y un espanto para ellas, arrastradas de tienda en tienda las tardes de los sábados. Hoy habría comprado ropa sencilla, cómoda y abrigada al por mayor en internet y les habría regalado en juego o actividades al aire libre el tiempo ahorrado.

Se me ocurren otros ejemplos de pequeños gestos que pueden mejorarnos la vida en función de nuestras prioridades. Mi prima trabaja fuera de casa, tiene tres hijos, prepara la comida cada día para sus padres, estudia poco a poco psicología en la UNED y obtiene ingresos adicionales manteniendo estudiantes universitarias americanas con derecho a habitación, cena y colada. La logística de su casa puede parecer de locos, pero entre otras medidas ha diseñado un menú de dos semanas que repite cíclicamente a rajatabla, lo que le permite automatizar la compra semanal y organizar la cocina de forma eficiente.

Incluso la organización y control del flujo de tareas Kanban que utilizan los proyectos ágiles puede aplicarse en casa, disponiendo en un panel un post-it con cada tarea nueva que se necesite hacer, sea del tipo que sea (llevar ropa al tinte, lavar el coche, buscar un seguro más barato, llevar al niño al pediatra, reservar las vacaciones de semana santa…). Cada cónyuge elige de qué va a ocuparse en función del tipo de tarea, sus capacidades y disponibilidad en ese momento, y la pasa de la columna de tareas en curso, para volverla a mover cuando está finalizada. Por la mañana durante el desayuno se revisan en cinco minutos las tareas pendientes, en curso y resueltas, a modo de stand-up meeting. Esta forma de organización, convertida en una especie de juego en el que podemos incluir a todos los miembros de la familia, puede ayudar a lograr una mejor coordinación y distribución de las tareas en casa.

A lo mejor se me ha ido un poco la olla, pero estoy en un momento de mi vida en que lo racionalizo todo…

 

Puedes seguirme en twitter @mariac_orellana

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