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Blogs Enciende y Vámonos por Rosa Belmonte

Y viva Lola Flores

Rosa Belmonte el


De pronto en Antena 3 alguien se dio cuenta de que había una joya en su archivo (y no son los informativos de Carrascal ni Y ahora, Encarna). Se trata, claro, de El coraje de vivir, las memorias dramatizadas de Lola Flores que Luis Sanz grabó. Y antes de que Telecinco pueda emitir El marido de Lola, van en la cadena de la competencia y se sacan La verdad de Lola.


Todo es tan ridículo que si no estuviéramos hechos a los delirantes códigos de nuestra tele de corazón amarillo no entenderíamos ni papa. Es como 21 gramos o Mullholland Drive. No hay sucesión lógica en el tiempo. A ver, se ponen a comentar y a desmentir algo que todavía no hemos visto (el documental de Telecinco). Para fastidiar. Eso además de que no se entiende a qué viene tanto revuelo por algo que todo el mundo sabe. Como ha dicho Rosario Flores en un asalto de aeropuerto, lo de Juan Santos no es ninguna noticia, es nada más que ‘un negocio de las televisiones’. Lo más gracioso es que habló en plural (‘negocio de las televisiones’) y cuando soltó eso sólo había una televisión (Telecinco) implicada en el asunto. Debía de ser una premonición porque ahora hay más de una. La cosa sería tronchante si no fuera una poca vergüenza. Por ejemplo, cuando Cristina Fernández (la presentadora con traje de Nochevieja) se atreve a soltar por su boca: ‘Vamos a ver cosas que van a provocar escándalo’. Pero tía, si no provocaron escándalo en el 94 por qué iban a provocarlo ahora.


 Por un lado, no es noticia lo del hijo de El Pescaílla. Por otro, no es noticia que Lola Flores contara su vida hace doce años. Y, por otro, no es noticia que Lola Flores fuera una adelantada a su tiempo, como parecía que nos querían descubrir en Antena 3. ¿Y qué más? ¿Que los Reyes son los padres? (del Príncipe y las Infantas, digo).  Anoche había una pandilla que hacía comentario de texto de todo lo que contaba Lola Flores. Entre otros, Gema López, LQMCh (la que más chilla, mucho más que la Patiño), Begoña Ameztoy (una mezcla entre Nefertiti y la tía abuela de una burbuja Freixenet), Juan El Golosina (sin comentarios) y José Manuel Parada, que apuntó una gran verdad: ‘A mí me criticaban porque hablaba en Cine de barrio de Marisol o de Rocío Dúrcal por ser muy antiguas. Y ahora resulta que se habla en todos sitios de Lola Flores, Concha Piquer y Gina Lollobrigida’. Amén. De todas maneras, separemos unas cosas de otras. Lo de anoche fue un truño de dimensiones considerables. Ahora bien, El coraje de vivir merece mucho la pena. Ya digo que es una joya. Pero, por suerte, está en DVD y no hay que tragarse un espacio de petardas sin fronteras (y por supuesto, no me refiero a Luisa Ortega, cantante magnífica que ahora se ha dado a los platós de Antena 3). Como decía Chesterton, de lo ridículo a lo sublime sólo hay un paso. Esa máxima no se da en La verdad de Lola pero sí en El coraje de vivir, donde Lola está tan sobreactuada como sublime.

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