Y ahora le afeitan la cabeza

Esta tarde se ha quedado Fama ¡A bailar! en un cliffhanger que ni Falcon Crest. Rafa Energy pasaba la moto por el melón a Marcos Boderline. Sólo le faltaba al pobre infeliz que le afeitaran la cabeza. La malignidad televisiva del programa es evidente.  Como ya lo hemos visto hacer el ridículo hasta límites semafóricos y tamarianos, ahora se le purga por marmolillo. Y él se deja. Y no hay un defensor del borderline que proteste (como no la hubo con la del cinturón de Factor X ni con Raquel de Supermodelo).

 Si no fuera porque deben de firmar contratos leoninos, para mí que Marcos (en una sociedad como la estadounidense, donde un tipo demanda a la compañía del metro porque intentó sucidarse tirándose al tren y no lo consiguió) podría meterse en pleitos contra quien se ríe y hace share a su cuenta (porque si no, de qué). El tipo, cada vez que se pone a bailar, me recuerda a Gerard Depardieu tocando el piano sin tener ni idea en Matrimonio de conveniencia o a Ross bailando con Mónica en Friends. Nunca a Jennifer Beals en Flashdance. Ni a los pavos de Fama. Y cuando habla, a Forrest Gump y a Calimero. Qué injusticia. Este chico, que es como el Rain Man de MAM, no necesita la inmunidad porque lo que tiene es impunidad. Y ahora la cabeza afeitada. Por supuesto que el pollo es lo que más me interesa del programa. Porque reírse de los tontos (lo mismo me pasaba con Cristina Rodríguez) es una adicción difícil de abandonar.

(Añado aquí la columna de hoy sobre Soy El Solitario. Lo de Supervivientes todavía hay que dejarlo macerar, con ese ‘altar de nominaciones’ y esa Karmele tapada de cuerpo entero entre las tetudas y el cachas con microbañador, o Joselito y su frase: ‘Que nadie se duerma sin darme un beso’. Grande. Aunque la frase de Karmele,’¿Dónde hay un baño?’, tampoco es manca.)

*Actualización sobre el rapado de Marcos. No ha sido total, aunque sí radical. Le han dejado felpudo en la cocorota a lo Manolito de Mafalda y lo demás, como al uno. Para no salir a la calle. Le dice Tatiana: ‘Para los bailes macarras de esta semana está genial, te viene al pelo. Pero luego lo veo chungo’. Luego y ahora.