El Reencuentro, más que reencuentro es un crossover, con perdón. Un crossover vintage (más perdones). Con antiguos participantes de realities telecinqueros. ¿Saben que ha habido más de 500 concursantes en todos estos espacios desde el 23 de abril del 2000 en que empezó Gran Hermano? ¡Más de 500! Me quedo loca, por utilizar esa boba expresión que tanto se lleva ahora y que se oyó anoche varias veces en el estreno, claro. El nuevo artefacto no aumenta el número y ningún gatito ha sido dañado.
El Reencuentro, por momentos, parecía una película de Russ Meyer. Si Downton Abbey empezó con el hundimiento del Titanic, el nuevo programa de Telecinco empezó con vocación de Tetanic. La tercera en entrar fue Yola Berrocal (excelsa ganadora de Hotel Glam). Pero es que también regresó (esta casi no ha deshecho las maletas) Chari Lojo, de Gran Hermano 12. Como Rubén es otro de los concursantes, esto es como cuando repescaron para GH: el reencuentro a Arturo e Indira. Chari es el exceso. Es un poco como Jayne Mansfield pero enseguida se la ve más Dolly Buster.
Siendo el programa de presentación un tostón, salvo por la expectativa de saber qué bichos metían, tuvo gracia la escena de sofá con la madre de su ex Rubén (se han dicho de todo en la tele). “¿Pero tú vienes de concursante?”. Y la señora explicando que no le había llamado suelta. O que sí, pero que no era lo que parecía: “Yo es que, por ejemplo, hay que ir al hospital y digo: ‘Ve tú al hospital que eres más suelta'”. Como siempre el humor surge donde no lo esperas. En cualquier caso, una situación incómoda para ambas pero visualmente curiosa cuando el plano mostraba el sofá entero con ellas de la cabeza a los pies. Si El reencuentro es una especie de arca chunga donde juntar parejas de distintas especies (de cada reality), ver a Chari al lado de Carmen (que sólo fue de visita, a despistar) era ver a dos personas de distintas especies. Porque Ivonne Armand (ganadora de GH VIP), que fue al plató, puede tener más tetas, pero lo de Chari es una escenografía completa de rubio cutrón y ropa de ninot en las puertas del D’Angelo.
Prescindible del todo. Para paladares basura. En fin, de lo que se trata es de que las parejas resuelvan cuentas pendientes. Bueno de lo que se trata es de engordar la cuenta de resultados de la cadena y nutrir otros programas mientras empieza Supervivientes. Supongo que tendrá sus momentos delirantes. Seguiremos informando. Pero no es obligatorio leer. Se puede ver Redes y la reposición de Los gozos y las sombras.
Lo mejor
La frase de Yola Berrocal en su presentación: “No soy una mujer plana”
Lo peor
Gerardo. Pobre Saray. Pobres de nosotros.
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