Los tics de Ana Duato

En La 2, Caso abierto; en Antena 3, Sin rastro; en Cuatro, Anatomía de Grey; en La Sexta, Prison break; en Telemadrid, Héroes (y eso sin contar Weeds y Big Love en Canal +). Todo a la vez, qué buen día han elegido los de Telemadrid para Héroes. De no creerlo. Y la semana que viene vuelve Mujeres desesperadas a la Fox. Me pasé la noche yendo de una cadena a otra. Y ahora viene lo bueno (e inconfesable): acabé en La Primera, con un par. El programa de humor estaba en La Primera. Y no era otro que Cuéntame, de cuando Cúentame (cuadro del caza encima del sofá) era mucho peor. Los años le han sentado bien, aguante uno a la famila Alcántara o no y, sobre todo, aguante uno a Toni Alcántara o no (yo es que no puedo con este tío). Un Cuéntame de cuando todavía no habían tenido que añadirle cómo pasó.

 Pues ahora me acuerdo de por qué no me gustó nada al principio. Con esa manía de mostrar continuamente referencias históricas de lo más forzadas. Con esa botella de cristal de Coca Cola imposible (entonces no eran así de pequeñas, eran mucho más grandes, como las que ahora hay en Francia, por ejemplo, pero no aquí). Y lo mejor,  Ana Duato con un acento absurdo, que gracias a Dios perdió (pero si su marido y ella son del mismo pueblo ¿por qué ella tiene ese acento pero Imanol Arias no?). Y esos tics de haberse metido algo. Si parece sacada de Los Morancos, si hasta los de Homo Zapping la hacen más calmada. Que yo soy Ana Duato y en primer lugar me muero de vergüenza por el escarnio público. Y en segundo lugar me pillo un rebote con TVE por repetir eso que ni Ana Obregón cuando quisieron estirar Ana y los 7.  Y encima con el gran Fernando Fernán Gómez de cura.