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Los Roper (para coleccionistas)

Rosa Belmonte el


 


Con un mes de diferencia salen a la venta el DVD de Escenas de matrimonio (hay gente para todo) y la serie completa de Los Roper en edición de coleccionistas. Un aparte para el rincón del chuchediccionario. ‘Edición coleccionistas’ es un sacaperras que suele significar que aunque ya tengas la película o la serie de antes, acabas volviéndotela a comprar porque eres un idiota consumista y porque le han añadido algo. De ahí lo de coleccionista: acabas almacenando varios ejemplares del mismo título. En este caso además tienes que ser un coleccionista con sitio porque la caja tiene el tamaño de una de discos de vinilo.


 ¿Que qué tienen de parecido Escenas de matrimonio y Los Roper? Pues nada y todo. Nada porque el clásico título de la Thames Television (algunos tenemos la fanfarria de la productora grabada en el melón) es un prodigio de humor (británico, of course) escrito por Brian Cooke y Johnnie Mortimer, y todo porque los parecidos razonables son demasiados (incluida una gira teatral de lo que se llamaba Matrimoniadas y la continua petición de sexo de la parte femenina de la pareja). Aunque el duelo matrimonial español (y hablo, claro, de Pepa y Avelino) no le llegue al británico ni a la altura de Truffles, Trufa, el Yorkshire Terrier que George regaló a Mildred. Y Pepa jamás habría podido ponerse los alucinógenos y setenteros modelitos de la escuálida Mildred (ahora que Marisa Porcel y Pepe Ruiz  van a participar en la gala Fao de Mira quien baila quizá ella le haga sombra a Carmen Sevilla cuando se disfrazaba de Espinete para bailar hip hop). Y, desde luego, no creo tener que aclarar, recordar, puntualizar o cualquier AR que a mí me hacía mucha gracia lo que entonces (en Noche de fiesta) llamábamos ‘lo de las camas’, como escribí muchas veces en su día. Ahora bien, una cosa es disfrutar, y al principio, de basura minoritaria y otra cosa disfrutar de basura elaborada y mainstream. Faltaría plus por muy snob que parezca. Y una serie británica en la cama es una serie británica en la cama (homenaje a Luis Ciges en La Película).


 Es cierto que una idealiza la series de infancia y adolescencia, pero en este caso tampoco hay que dar demasiadas explicaciones de por qué una es superior a otra. Los Roper, como todo el mundo sabe, fue un spin off (cuando no sabíamos lo que era un spin off y sólo sabíamos que unos personajes acababan teniendo serie propia) de Un hombre en casa, donde eran los caseros de Robin y las chicas. Por una expropiación acababan en un barrio bien (Hampton Wick). Allí Mildred pensaba ascender socialmente y George pensaba seguir sin dar un palo al agua. Había unos vecinos snobs y espantados (las coincidencias con Mis adorables vecinos también son grandes), cuyo hijo, Tristam, era la mejor parte y la que unía a las dos familias. Mildred también tenía una hermana insoportable y una madre que aparecían ocasionalmente.


Yootha Joyce (Mildred) era un prodigio como actriz. Habría que haberla visto interprentando junto a Brian Murphy a las hermanastras de Cenicienta en el London Palladium. Aunque me encanta el doblaje de María Romero (y el de Rafael de Penagos para George; y cómo decía ella Geooooorge), el DVD permite oirla en versión original. Eso sí, me quejo de que, como también pasa con  la gran Fawlty Towers, estas ediciones no tengan subtítulos en inglés, sólo en español.


También era un prodigio como bebedora. La serie tuvo cinco temporadas y una película. Al final de la peli (que no escribieron Cooke y Mortimer) se leía ‘The End… Or is it the beginning?’ No hubo posibilidad de más porque Yootha murió alcoholizada en agosto de 1980. La tía se bebía un litro de brandy diario, que es lo que yo estoy tentada de beberme cada vez que veo los abrazos chillaos de Jorge Fernández en  Esta casa era una ruina (menos mal que sólo es de vez en cuando).

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