Si en la presentación de los ‘coaches’, los capitanes o lo que sea, se destaca a Melendi como uno de los artistas más influyentes de España, ya sabemos que en ‘La voz’ (Telecinco) hay mucho de exageración. El histrionismo empieza por esos cuatro cantantes (Bisbal, Rosario, Malú y Melendi) que van eligiendo en escuchas a ciegas 14 componentes para su equipo (¿y qué van a hacer? ¿los coros de la cárcel?). Son dos partes, por un lado está la creación de equipos ya grabada. Más tarde vendrán las galas y la competición entre ellos.
En cuanto al histrionismo, primero tenemos la cara de escuchar de espaldas mientras están sentados en esos sillones espaciales tan largos como la frente de Rosario. Luego está esa mano que mece el botón. Luego el pedigüeñismo de voces (“vente conmigo” suplicaban todos a Rebeca Moscardó). Y ese Melendi de pelo planchado que no paraba de tocarse. Tiene ahora aspecto de Barry Gibb ‘cani’ y un despatarre propio del primer Risto Mejide de OT. Con su influencia está dando a los jóvenes un magnífico ejemplo de cómo sentarse.
Hay que destacar el entusiasmo desbordado de los ‘coaches’ y el don de palabra de David Bisbal. Si David Bisbal puede no gustar cantando, hablando es más difícil de escuchar (y no hablo de sus expresiones: “Eres un máquina” o “Me ha entrado un chungo por dentro”). También es verdad que los parlamentos de algunos candidatos eran para echarles de comer aparte: “Mi sueño es formar parte de la banda sonora de las personas”, dice una. Y otra: “Satanás ha entrado en mí” (estaba un poco rellena). A unos los cogieron a otros los dejaron. A algunos a los que cogieron daban ganas de llamarles la atención (¿cómo se puede destrozar así ‘Summertime’? Eso debería penalizar).
Entre cantantes que parecían venir todas de Tennessee, una señora de Sevilla a la que Jesús Vázquez (lo mejor del programa) fue a buscar en rulos a la peluquería. En rulos; ella; él llevaba iPad. Una entusiasta que llamó al AVE “ese ferrocarril tan lindo” y que era fan de Melendi. Por último destacar a las familias que apoyan a los suyos. Una entrega mayor que la que demostraban los papás, abuelos y tíos de los niños de ‘Menudas estrellas’ (el padre de la primera concursante era tremendo).
‘La voz’ arrasó en audiencia. No hubo solo ‘twitter party’ con la que entretenerse. ¡Un estratosférico 30,6 de share! Para qué decir más. Para qué decir que deberían quitar paja, que hay demasiados minutos vacíos, que vendría bien un montador que admirara a Mies van der Rohe (menos es más y más corto), que el programa se podría comprimir… Pero, claro, el negocio de la publicidad es el negocio de la publicidad. Puede que una vez vistos ‘OT’, ‘Tú sí que vales’, ‘El número 1″ y otros, ‘La voz’ no parezca muy diferente pero algo tendrá. A ver si es verdad que Melendi es uno de los artistas más influyentes de España.
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