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Blogs Enciende y Vámonos por Rosa Belmonte

Furor intraeurovisivo

Rosa Belmonte el


De momento voy a dejar pasar lo de Rocío Jurado, lo de los buitres carroñeros, sólo decir que El buscador es nauseabundo. A veces  la televisión hay que verla con Primperán. El reportaje en Chipiona, como si ya estuviera muerta, con el panoli ese persiguiendo a un tío de la cantante y preguntándole por su estado de salud y el otro soltando que la ministra era una +$&****, ufff. Y el reportero: ‘Pero es una información oficial’. Bueno, lo dejo, que me enciendo. Y voy a Furor, que sí, que ha vuelto (a Telemadrid). También Pressing Catch a Cuatro. Creo que si deseamos fuertemente que regrese Goles son amores se nos concederá. Pero voy a Furor.  Parece que alguien ha pensado que teniendo en cuenta que el programa ya tiene acreditado que es una birria mayúscula sólo cabía invitar a lo peor para adornarlo un poco. A ver, a ver. Cristina Tárrega. Bien. Fernando Romay. Bien. Rocío Madrid. Bien. Ay, que se me ha acabado el Primperán. El tontolhaba aquel que fue a La Selva de los Famosos y metido en el agua daba gracias a la madre Tierra, el tal Luis  Lorenzo. Bien también. Y luego rellenos como Pablo Martín y Nani Gaitán (que esa noche libraban en La Primera, aunque nosotros no nos libramos de ellos), Óscar Higares, Alejandra Prats, Paola Dominguín y…. Chechu con barba. Madre mía. Aarón Guerrero hecho un gordito y con barba de varios días (o de varios meses, no sé). Qué repelús. Ya me lo da que alguien que no es hermano de Moisés (o padre de Tory) se pueda llamar Aarón. Pero es que ver a Chechu con barba a mí me impresiona tanto como cuando hace poco Fred Savage tuvo un hijo. Es que es imaginarme a Kevin Arnold practicando sexo y sentirme fatal, como una pederasta de la tele o algo así. El programa, pues como siempre, con el insoportable y nada ecuánime Caparrós y con el espantoso público que grita pupurrí, pupurrí. La única novedad fue lo de adivinar tonos de teléfonos móviles. Por si lo del retorno cantarín (bueno, berreador) fuera poco, nada más había que echar un vistazo a Salsa Rosa, con José Luis Uribarri. Se trataba de criticar desde Telecinco a TVE. Con un par. Aquí los reyes del buen gusto dando lecciones a propósito de las pobres Ketchup. Vamos a ver, un tipo que lleva esa perilla y esa camisa no puede criticar si las chicas iban bien o mal vestidas (de Juan Luis ni hablamos). De lo otro, que diga lo que le salga de la papada (me tenía fascinada cómo se movía al hablar; es que adoptaba formas distintas, a veces parecía un culo). El Ramonet de Eurovisión se despachó a gusto. Incluso acusando a quien correspondiera de haber robado audiencia (es la primera vez que oigo acusación semejante). (Si hubieran llevado una canción adecuada) ‘En lugar de tener 4.800.000 espectadores de share, hubieran tenido ocho’ (juro que utilizó la expresión share ahí).  O ‘La directora general de TVE, que es muy inteligente, ha pedido explicaciones a Javier Martín Domínguez y a Javier Montemayor’. Me parece fascinante hablar mal de alguien que está en algo así como el puesto que antes ha ocupado tu hija. De Montemayor: ‘un gran realizador, el que hizo la boda de los Príncipes de Asturias…’. By the way. Lo mejor es que el sanedrín rosáceo pensaba que tenía enfrente a Edward R. Murrow. Claro, que él devolvía la pelota: ‘Vosotros, que sois periodistas de investigación…’. Ay, que me da. Minipunto para Uribarri.

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