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Blogs Enciende y Vámonos por Rosa Belmonte

El albanismo ha llegado

Rosa Belmonte el

 

 

Desde el reinado de Torrebruno (tigres, tigres, leones, leones) no había oído tanto acento italiano en la tele. Salvo cuanto habla Vasile, que siempre me recuerda a Torrebruno. Ahora tenemos a los Carrisi. A ver. Al Bano, Romina Power, Cristel Carrisi y Yari Carrisi. Este, el último, es el peor peinado (aunque no nos quejamos) y al que le cuesta más el español (“¿alguien habla inglés?”). El sábado estuvo en La Noria. Solo falta Romina Iolanda, la hija pequeña de la pareja, que vive en Los Ángeles. Y, claro, la gracia obvia, que Anne Germain trate de contactar con Ylenia. Cosa que a Jordi González no le hizo ninguna (que se bromee con Anne Germain). Pero sí desveló que a Al Bano se le ofreció ir a contactar con el más allá (o con nuevaorlíns, lo otro que se oye ahora mucho) y pidió tanto dinero que lo dejaron pasar.

El asunto Ylenia ha vuelto con fuerza. Vuelven los 80 pero también los 90. Las mochilas de nylon e Ylenia. Además del papel que Lydia Lozano juega como pegamento chuminero de la historia, antes del verano hubo en Telecinco un especial sobre la hija desaparecida. Entonces trajeron a Taryn Power, la hermana de Romina. Pero lo gordo ha venido con la visita de Romina Power hace dos viernes a Sálvame Deluxe. Luego Cristel Carrisi (guapa como Kim Bassinger en LA Confidencial) fue a Enemigos Íntimos. Por el camino se calentó el ambiente y Juanjo Perona, el cachas de Sálvame, marchó a Italia a enseñar a Al Bano el programa de Romina. En una de sus conexiones dijo: “En Italia no se habla de otra cosa”. Con toda la que le estaba cayendo a Berlusconi a punto de dimitir, toma ya.

Bueno, el caso es que este viernes Al Bano fue al Deluxe. Y, como guinda, Yari a La Noria, donde, sobre todo, le preguntaron por la marihuana y por su madre ofreciéndoles marihuana. “El alcohol es una droga, el amor es una droga… Yo tenía adicción a viajar”. Eso si no soltaba directamente “Lucy in the sky with diamonds” o “La televisión es la droga más grande. Cambia la mentalidad de la populación entera”. Sí que parece droga para su familia. Porque a sus giras por nuestra televisión hay que añadir que Cristel estuvo en La fattoria, La granja de los famosos de allí. Y Al Bano, en La isla de los famosos, que abandonó cuando su actual mujer lo amenazó con abandonarlo a él. “¿Tu padre es un maltratador o tu madre una mentirosa?”, le pregunta Kiko Hernández. “No hay término medio”, remata. Y María Patiño: “¿Por qué miente tu madre?”. “She is angry… Y es una mujer”. Más Patiño. Que le ha dicho no sé quien que Al Bano y Linda Christian tuvieron algo. Y Yari: “¿Cuál es la droga favorita de tu amigo?”. El chico llevaba tiempo hablando con Telecinco para ir a contar que su hermana no se tiró al río pero se ha encontrado con el pin pan pum de sus padres, que es lo que interesa ahora.

         A todo este circo hay que añadir la teoría de Romina Power sobre la desaparición de Ylenia en el 94. Sostiene que fue raptada por una organización tras la que es probable que esté el gobierno estadounidense. Y que le han lavado el cerebro. Falta Jack Bauer.

 

 

Notas aparte

 

Estas semanas veo La Noria, que me suele aburrir, por el linchamiento.  El pelotón de fusilamiento lo ha conseguido. El sábado también la vi porque salían los Hermanos Calatrava.

 

María Patiño es lo que le faltaba a La Noria. Madre mía.

 

Pero lo mejor, lo mejor, es Abel Arana, el que lee los tuits. Desde que un día apareció Víctor Sandoval como corresponsal espídico en Miami no había visto nada tan divertido y alucinógeno. Lo veo y me parece algo así como Carlos Boyero mezclado con Antonio Hidalgo. Si no se hubiera desgayzado la imagen eso no pasaría.

 

Me pregunto si cuando no se ve La Noria o Telecinco por militancia se ve Pienso, luego existo, título anodino pero un magnífico programa de La 2 que en media hora trata de aproximar la comprensión del mundo. El de la semana pasada, con Amelia Valcárcel, y el de ayer, con Rafael Argullol han sido estupendos. Los otros también. Ahora que todo dura tanto (salvo lo importante), es la media hora mejor aprovechada de la tele. Me encantó lo que dijo Rafael Argullol de los remolinos. No hay que luchar, hay que dejar que te traguen porque luego te sacan a la superficie.

 

 

 

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