Si no fuera por la muerte de Dixie Carter (a quien siempre se ha adorado en esta casa) la semana habría sido redonda en chicas favoritas. Por un lado, Tina Fey retornó a Saturday Night Live. También regresó a Sarah Palin, aunque lo mejor fue lo del marido brownie. Por otro lado, Fox ha puesto el episodio de Kristin Chenoweth en Glee. Lo volví a ver el miércoles y anoche me enganché otra vez, sobre todo al Maybe this time. Bueno, a todo. Desde la frase de Matthew Morrison: ‘Dejarás la bebida y tendrás ropa interior’.
Debe de ser superchulo trabajar en una serie cantarina a la que todo el mundo cantarín quiere ir. Cantarín y talentoso. Que ya lo dijo hasta Jane Lynch y recordó Morrison en el homenaje a la chiquitina Chenoweth (1.48, informó Annabeth Schott a C.J. Cregg en El ala oeste) en el Geffen Playhouse: ‘A causa de su tamaño y de mi frikigigantismo nunca la miré a los ojos. Pero, chico, pude sentir su genio filtrarse por todos sus poros’. Pues sí. Y lástima que Dixie Carter ha muerto porque habría sido otras de las candidatas perfectas como estrella invitada. Ya demostraba sus dotes en la estupenda Chicas con clase.
En cosas de cantar, últimamente estoy enganchada a los filipinos. A Philippines got Talent. Por esta persona que hace como un caballo y se parece a Victoria Beckham (claro, que no me hagáis mucho caso con los parecidos porque en 24 es ver a Katee Sackhoff y acordarme de Norma Ruiz, la peliteñida de Yo soy Bea, cosa que nunca me había pasado con Battlestar Galactica). Y por Reggie Ramirez, esta otra persona que es como el barón Asler de Mazinger. De esto no tenemos por aquí.
Y unas cosillas más.
Una, ¿quién se cree que Fidel en Aída caiga enamorado del novillero nada más verlo? Y diga que es muy guapo encima (es como ver delgada a Gwyneth Paltrow en aquella película). Llega a ser Cayetano y se le salen los ojos con muelle como en los dibujos animados. ¿Es que no ven que lo que consiguen con esto es que veamos al pobre actor que hace de novillero como un chico todavía más feo de lo que es?
Otra. Es ver en la tele a Beatriz Trapote y darme ganas de ponerme a limpiar la plata que no tengo o de salir a por tabaco. A Cuba. Pero qué chica más irritante, más sobrada y más self made woman. Es de esas que sabes que te va a comer por los pies a poco que te pongas a tiro. La novia de Víctor Janeiro, además de de Vuélveme loca, es habitual de Mira quien mira, Sálvame e incluso El programa de Ana Rosa. Me dan a elegir entre Aída Nízar y Beatriz y, mira, me quedo con Pol Pot. O con Pepi, la madre de Güiza.
Y una más. Lo de Sara Carbonero. No puedo. Acabo de verla en El programa de Ana Rosa y lo suyo es un papelón, desde luego. La chica no me cae mal pero, vaya, lo que ha ido a decir del Madrid-Barça lo puedo decir yo (claro, sin esa cara). Quiero decir que no es precisamente Domingo Balmanya, que son una serie de lugares comunes sobre si el Barça es un equipo y el Madrid todavía no está acoplado, sobre si se necesita alguien que meta mano en el vestuario… Y entonces llega Ana Rosa y dice que si no llega a ser por Iker, el Barcelona golea al Madrid. Y ella se ríe, aprieta los labios y no dice nada. Se calla (hablan Miguel Larrea y Ángel Expósito, que eran los tertulianos de la mañana). Yo entiendo que es un trago (hay que recordar que Carbonero iba a AR antes de ser novia de Casillas) pero también es una situación ridícula. Ahora, como novia de… prefiero a ésta.
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