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Blogs Puentes de Palabras por José Manuel Otero Lastres

¡Hay que sacudirse el manto del silencio con el que el PSOE cubre sus fracasos!

José Manuel Otero Lastres el

A poco que uno vuelva la vista atrás, y la lleve hasta que Pedro Sánchez ocupó el cargo de Presidente del Gobierno, comprobará las existencia de las dos siguientes realidades: que los errores del nuevo Gobierno han superado notablemente sus aciertos y que los estrategas del PSOE han optado, por encima de cualquier otra medida, por cubrir con el grueso manto del olvido los ecos mediáticos desfavorables que tuvieron aquellos innegables desaciertos.

Además de desdecirse ahora de proclamas solemnes efectuadas mientras estaba en la oposición y de las propuestas que ha ido anunciando desde su acceso al Gobierno, dos han sido, en mi opinión, los errores que más negativamente afectaron al Presidente del Gobierno. El primero fue utilizar medios de transporte oficiales para trasladarse desde Madrid a Castellón con el fin de asistir a un concierto de un grupo de rock del que parece ser un fan declarado. Y el segundo haber mancillado y degradado el título de Doctor que es el máximo grado académico al que puede accederse en la Universidad.

Desde que salieron a la luz ambos errores políticos, Pedro Sánchez ha venido haciendo uso de la conocida táctica a la que aludió nuestro Premio Nobel Camilo José Cela cuando en el discurso de recepción del Premio Príncipe de Asturias en 1987 le dijo al entonces Príncipe de Asturias “en España —y os lo digo, Alteza, porque sois joven y español— el que resiste, gana.” Y es una táctica que no solo emplea él, sino también sus ministros más criticados.

La resistencia táctica que está utilizando la dirección estratégica del Gobierno es dejar que los asuntos se pudran en los medios hasta que surjan nuevas noticias que los desplacen del primer plano de la actualidad. “Salga lo que salga en los medios y digan lo que digan la oposición, los medios y la redes sociales, la clave es disimular, como si nada de ello fuera con nosotros, hasta que el cansancio y el tiempo haga olvidar lo sucedido”, podría ser el contenido de la orden del responsable de medio del Gobierno.

Y esta táctica no les iría mal, de no ser por dos razones. Es la primera que el Gobierno incurre con una asiduidad pasmosa en tantos errores políticos de relevancia que alimentan la impresión de que el “gobierno es malo”. Y la segunda, porque hay asuntos boomerang que cuando parecían olvidados vuelven, para su desgracia, a convertirse en noticias de primera plana.

En efecto, el que al poco de ser anunciado fue denominado “gobierno bonito” se está convirtiendo por méritos propios de sus integrantes en un gobierno sacudido por acontecimientos negativas. Hay muy pocos miembros del Gabinete, tanto de los iniciales como de los actuales, que no se hayan visto salpicados por problemas relacionados con el pago de los impuestos. Hasta el punto de que tengo para mí que no serán pocos los ciudadanos que piensen que el Gobierno actual sube los impuestos porque sus miembros se las ingenian para pagar lo menos posible. Pero no es solo que los que parecían bonitos hubieran devenido en “poco contribuyentes” al sostenimiento de los gastos públicos. Es que son bastantes, también, los que anuncian una medida que al poco tiempo tienen que rectificar, siendo en este aspecto la ministra de defensa la que se lleva la palma. Recuérdense, entre otros, el tema de la venta de armas a Arabia Saudita y en estos días lo de la ausencia y posterior presencia del Ejército Español en el Salón de la Enseñanza de Barcelona.

Y en cuanto a los asuntos “boomerang”, para desconsuelo de “Narciso” Sánchez, vuelve al primer plano de la actualidad el tema de la chapuza de su tesis doctoral. En efecto, como publica hoy ABC.es “la comisión del Senado que investiga la tesis pedirá la comparecencia de Sánchez”.

Pues bien, al contrario de lo que se ha escrito en los medios, el único autor de la muy deficiente tesis doctoral de Pedro Sánchez es él mismo. No es verdad, por tanto, que hubiera alguien que le ayudara a hacerla. Pedro Sánchez es el responsable en exclusiva de los plagios y, en suma, de la falta de rigor con la que copió, cortó y pegó, los pasajes que conforman el texto de la memoria doctoral.  A la indicada responsabilidad del Presidente del Gobierno hay que añadir la de los miembros del Tribunal y la de la propia Universidad Camilo José Cela (qué habría escrito el Nobel Cela de estar vivo) por haber permitido la defensa pública de una especie de “press-clippings”, haberla aprobado, y hasta haberla calificado muy generosa e inmerecidamente. Está visto que, como al Coronel de García Márquez, “España y a la Universidad no tienen quien las quiera”.

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