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Blogs Puentes de Palabras por José Manuel Otero Lastres

Habrá Presupuestos porque los “censurantes” siguen prefiriendo a Sánchez

José Manuel Otero Lastres el

En la reciente moción de censura planteada por Pedro Sánchez, los diputados de la Cámara Alta se dividieron en dos grupos. De un lado, el PP (con sus afines UPN y Foro Asturias) y Ciudadano votaron a favor de Rajoy y sumaron en total 169 escaños. En contra de Rajoy y, por tanto, a favor de la moción de censura se pronunciaron el PSOE, Unidos-Podemos, ERC, PDdeCat, PNV, Compromís, EH Bildu, y Nueva Canarias, en total 180 escaños, absteniéndose Coalición Canaria.

A primera vista, cualquier persona poco conocedora de la política española podría pensar que en la indicada división el elemento determinante fue la ideología, de tal suerte que las alianzas habrían obedecido a la conocida separación entre izquierda y derecha. Sin embargo, a poco que tal persona indagara sobre el credo de cada partido, caería en la cuenta de que, así como hubo coherencia entre los que formaban la parte minoritaria, no sucedió lo mismo en la que hizo triunfar la moción de censura. Y ello porque los que apoyaron a Sánchez formaban un revoltijo ideológico (socialistas, comunistas, secesionistas de izquierdas, secesionistas de derechas, independentistas de derechas y filo-terroristas) con un único punto de coincidencia: desalojar del poder a Mariano Rajoy y al PP.

Salvo que se habite en la inopia, hay que pensar que todos los “censurantes” se concordaron porque les iba a ir mejor, aunque por distintas razones, con Sánchez que con Rajoy. Vistas las cosas 137 días después, lo que era una suposición se ha convertido en certeza plena. Veamos: hasta ahora, los socialistas están en el poder y, por tanto, muchos de ellos vuelven a tocar nómina; los comunistas mandan en los medios de comunicación públicos y en las cuentas del Estado;  los secesionistas han logrado  profundizar la independencia mediante la retirada por el gobierno de recursos pendientes ante el TC sobre invasión por parte de la Generalitat en competencias exclusivas del Estado central; y los filo-terroristas han mejorado la situación penitenciaria de los presos etarras.

En el momento presente, estamos ante la tramitación parlamentaria de la Ley de los Presupuestos Generales de Estado para el año 2019. En el teatro en el que ha convertido nuestra política parece representarse una obra en la unos actores (Podemos y el PSOE, o sea PSOEMOS) han elaborado un documento (los Presupuestos) que está iniciando un recorrido que tendrá sucesivas paradas y en cada ella de ellas habrá pronunciamientos de los demás protagonistas.

La Comisión Europea, primera parada, va a aprobar los Presupuestos y ello a pesar de que no se haya aprobado por las Cortes Generales de España el techo de gasto. No voy a detenerme en las posibles razones de la Comisión para darlos por buenos, pero, entre ellas, estará que el caso que verdaderamente el preocupa es Italia.

En la oposición, el PP y Ciudadanos van a rechazarlos, además de porque se ha infringido la ley al carecer de techo de gasto, porque consideran que no son reales, sino simulados. Sobre todo, en el tema de los ingresos presupuestados.

Pero el ruido parece provenir de los “socios de censura” de Sánchez. Aunque como vamos a ver todos ellos finalmente van a aprobarlos. Podemos porque ya le exigió a Sánchez, y lo obtuvo, trazar las líneas generales de las Cuentas Públicas, al paso que ha advertido que no tolerará que se modifique ni una coma y se está encargando de negociar su aprobación con los secesionistas que están en prisión o fugados.

Los secesionistas condicionan su apoyo al hecho de que se liberen los presos (ERC) y a que se pacte un referéndum de autodeterminación (PDdeCat). Pero ninguno de estos dos partidos se mantendrán hasta el final en esta postura. Se tragarán el sapo de los presupuestos, aunque reciban a cambio solo promesas tan evanescentes como su ansiada republica independiente de Cataluña.

El PNV también los aprobará aunque pida mucho y no le den nada o casi nada y EH Bildu hará lo mismo reciba o no alguna promesa de mejora de la situación carcelaria de los presos etarras.

El final de la obra teatral será, por tanto, la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de 2019, y cuando la Presidente del Congreso proclame el resultado aprobatorio, se levantarán Sánchez y sus “socios de censura” y se aplaudirán mutuamente antes de que caiga el telón.

¿Y saben por qué la obra va a tener este final? Muy sencillo: porque a los “socios censores” los vuelve a unir un mal menor, a saber: les irán mejor las cosas con el dadivoso y débil Sánchez que correr el riesgo de unas nuevas elecciones. Dicho de otro modo, no conviene provocar un desahucio cuando el arrendatario okupa tiene que seguir pagando la renta prometida y cuando sigue prestando la finca España para seguir con los desenfrenos económicos que obstaculizaba el PP.

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