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Blogs Puentes de Palabras por José Manuel Otero Lastres

El VAR ciudadano en política son las redes sociales

José Manuel Otero Lastres el

Seguramente muchos de ustedes sabrán que en el mundo del fútbol profesional se está poniendo en práctica un sistema de revisión por video de ciertas jugadas, llamado el VAR (Video Assistant Referee: asistencia por vídeo al árbitro), que persigue corregir en lo posible los errores humanos en los que puedan incurrir los árbitros durante los partidos de fútbol. Se trata de hacer justicia en el campo de juego a través de un sistema que, mediante la confrontación entre la decisión del árbitro y la visión pausada y reiterada  de la jugada discutida, haga prevalecer lo realmente sucedido sobre lo erróneamente pitado.

Por poner algunos ejemplos, si un balón entró enteramente en la portería es gol, aunque no se hubiera percibido en una primera visión de la jugada; si hubo una mano intencionada de un defensor en el área es penalti, aunque el árbitro no la hubiera apreciado; o si un atacante está en fuera de juego y sigue la jugada y mete gol, el tanto esa anulado porque se ha producido la infracción previa del offside.

El VAR es, por lo tanto, un sistema de control video-gráfico a posteriori de las distintas jugadas del partido de fútbol que persigue la correcta aplicación de las reglas del juego, así como disminuir las posibilidades del error arbitral.

Pues bien, aunque el VAR y las redes sociales difieren notablemente, éstas últimas realizan una especie de “revisión de ayuda a la ciudadanía” para denunciar y hacer visible ante los votantes el poco respeto que tienen algunos políticos a su propia palabra y a la verdad.

Por poner un ejemplo, en la melindrosa y edulcorada entrevista de anteayer en TVE el señor Sánchez afirmó que aspiraba a agotar la legislatura y lo justificó diciendo que “hay que regenerar la vida democrática”. Ante estas dos sorprendentes aseveraciones, que no provocaron reacción alguna en los entrevistadores, empezaron a circular por las redes una vídeos con las palabras del señor Sánchez y su equipo cuando presentaron la moción de censura momento en el que afirmaron hasta la saciedad que la misma tenía por objeto convocar las elecciones cuanto antes.

Lo de “regenerar la vida democrática” es un slogan que el telepredicador Sánchez va a reiterar (ayer otra vez en el Senado) machaconamente y, por eso, creo que merece un comentario aparte. Cualquiera que conozca mínimamente el castellano sabe que se regenera lo que ha degenerado. Y tiene sus narices que sea precisamente el señor Sánchez el que hable de regeneración democrática cuando es él quien la está  degenerando al decidir el retraso de las elecciones hasta agotar la legislatura.

En efecto, a poco que se analicen objetivamente las cosas, se verá que hasta ahora los anteriores presidentes del gobierno llegaron a la presidencia tras haber ganado las elecciones generales, y que esta vía habitual de acceso degeneró cuando el señor Sánchez alcanzó la deseada presidencia mediante una moción de censura y tras haber perdido claramente las elecciones. Pues bien, si así son las cosas, la única manera de regenerar la democracia es la convocatoria de elecciones generales y no andar mareando la perdiz haciendo marketing político de telepredicador con el fin de disponer del máximo tiempo posible para ganarse a la gente.

Y es que los asesores de Pedro Sánchez saben que solo necesitan tiempo y abrir la cartera (se habla de que las medidas anunciadas hasta ahora suponen un mayor gasto de 2.500 millones de euros) para que su “liderazgo” se extienda rápidamente entre la masa acrítica de la ciudadanía. Por eso, no deja de rondarme por la cabeza el conocido anuncio de “Yo no soy tonto” y preguntarle a cada uno de los lectores ¿y usted?

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