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Blogs Puentes de Palabras por José Manuel Otero Lastres

El ascenso de Ciudadanos en las encuestas

José Manuel Otero Lastres el

Se dice que una encuesta electoral es una fotografía que suele fijar el sentido del voto de los encuestados el día de la consulta y que por proyección nos da el mapa electoral de esa fecha. Por eso, se suele interpretar el resultado de la encuesta como el simple reflejo de la tendencia del electorado en un momento dado. Lo cual no impide que los partidos que obtienen los mejores resultados sequen pecho orgullosos y hasta que lleguen a tener algunos comportamientos como si ya hubieran ganado las elecciones.

Desde hace algún tiempo, las posiciones que inequívocamente reflejan las encuestas son: un descenso, lento pero parece que imparable del PP, un estancamiento con ligeras oscilaciones pero hacia abajo del PSOE, un descenso también irrefrenable de Unidos Podemos, y un ascenso relevante y sostenido de Ciudadanos. Cada uno de ustedes tendrán su propia idea de las causas por las que esos partidos se encuentran inmersos en su respectiva tendencia electoral. Mi particular explicación es la siguiente.

El PP, además de experimentar el desgaste inherente a la labor de gobernar, está corriendo la carrera electoral con la pesada mochila de la corrupción. Sobre la cual hay que decir: que es real e indisculpable; que afecta a miembros ya separados del partido; que es antigua más que actual; y que está amplificada y aireada en los medios en mayor medida que la corrupción de otros partidos.

Además de la pesada carga de la corrupción, el PP comparte con el PSOE el pecado de haber pactado para poder gobernar con los nacionalistas, haciéndoles concesiones excesivas que fueron pagadas con deslealtad.

El PSOE, tras un período de pérdida continua de votos, parece haberse estabilizado, pero sin lograr unos resultados que permitan considerarlo como un partido de gobierno. La principal razón de que el PSOE no levante cabeza radica en que carece de un programa de gobierno coherente. Es tanta su ansiedad por recuperar los votos perdidos que defiende a la vez una tesis y la contraria, dependiendo de cuál sea al auditorio. En su situación es posible que haya influido también el haber tenido que disputar la izquierda a Unidos Podemos, lo cual le llevó en ocasiones a defender postulados más radicales que esta última formación política.

Unidos Podemos viene descendiendo imparablemente y todo parece indicar que será casi imposible que vuelva alcanzar durante los próximos años los escaños que tuvo en las citas anteriores. En sus primeros momentos, esta formación se vio favorecida por su capacidad de disfrazarse y ocultar que es una versión más del partido comunista. Pero sobre todo porque fue la malla en la que acabó prendida una buena parte de los ciudadanos más duramente golpeados por la crisis. Ahora que el electorado sabe que detrás de las siglas “Unidos Podemos” están los comunistas, que se está empezando a superar la crisis, unido todo ello a las sombras que se ciernen sobre sus relaciones económicas con Venezuela, se ha iniciado una masiva deserción de los que le prestaban apoyos electorales.

Sobre el ascenso de Ciudadanos, todo parece indicar que se trata de un crecimiento sostenido y sólido. Es un partido que no sufre la erosión del ejercicio del poder y que transmite un mensaje claro y en consonancia con lo que quiere una buena parte del pueblo. Además, no tienen suficiente historia ni experiencias de gobierno como para esconder nada debajo de las alfombras. Y por si todo ello no fuera suficiente, su mensaje, aunque difícil, parece haber calado entre los electores: no a la corrupción, no al populismo electoralista, no a la división de España y sí a una administración fuerte y eficaz. En sus filas, predomina la juventud y, salvo algunos casos aislados, emiten una imagen de modernidad en consonancia con los tiempos.

Pero sentado lo que antecede conviene recordar que aún falta más de un año para las elecciones generales y que la política es tan cambiante que el panorama de hoy puede ser sensiblemente diferente al de dentro de un año. Y es que nada asegura que las cosas sean en mayo de 2019 como ahora y tampoco quienes serán los cabezas de lista de los partidos en esa fecha. Por el momento, van bien las cosas para Ciudadanos, los cuales deben aprovechar el momento y evitar que empeore su halagüeño panorama electoral. Pero deben medir muy bien sus pasos porque son recipiendarios de votos flotantes y hasta que llegue el momento de que se posen definitivamente en un partido pueden volver a sus originarios titulares.

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