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Blogs Puentes de Palabras por José Manuel Otero Lastres

Pedro Sánchez es un “carapatrás”

José Manuel Otero Lastres el

En la Voz de Galicia del 3 de junio del 2001 publiqué un cuento que situaba imaginariamente en el País Vasco y que titulé En el país de Carapatrás . En este relato había unos personajes, que denominé los “carapatrás”, que caminaban hacia el frente pero con la cara vuelta hacia atrás, revelando con ello su desprecio por el futuro y un interés exclusivo por el pasado. Aunque los “carapatrás” del cuento eran los radicales de la izquierda nacionalista vasca, voy a recurrir a esta imagen para explicar gráficamente la actitud de Pedro Sánchez, el actual Secretario General del PSOE, que, por supuesto, no tiene nada que ver con los del cuento, pero que hace política mirando para atrás con más frecuencia de lo que sería deseable.

En efecto, Pedro Sánchez presentó ayer martes ante sus diputados y senadores la hoja de ruta del PSOE para el nuevo período de sesiones. Entre las iniciativas que anunció Sánchez el “carapatrás” señaló como una de sus prioridades la potenciación de la Ley de Memoria Histórica, a través, entre otras, de las dos siguientes medidas:

La primera sería indemnizar en cuantía de 135.000 euros a los herederos de los caídos por la libertad. Este derecho se reconoce a los “beneficiarios de quienes fallecieron en defensa de las libertades y derechos democráticos”. Y la segunda consistiría en crear una “Comisión de la verdad”, con la finalidad de conocer la verdad de lo ocurrido, contribuir al esclarecimiento de las violaciones de derechos humanos y las graves infracciones cometidas, promoviendo así el reconocimiento de las responsabilidades de quienes participaron en la comisión de crímenes.

En su columna de hoy en La Voz de Galicia, titulada “Pedro Sánchez, el danzante”, el profesor Blanco Valdés escribe con singular acierto: “Yo, pueden creerme, comprendo bien la desesperación de Pedro Sánchez. El renacido dirigente del PSOE toca todas las teclas (moderado y radical de izquierdas, estadista y tajante opositor, españolista y plurinacionalista) y, ni con esa yenka, que debe tenerlo mareado, logra el danzante secretario general atraer a los millones de electores socialistas que emigraron a otras latitudes tras sus dos sucesivas, y desastrosas, candidaturas a la presidencia del Gobierno”.

Como muchos de ustedes recordarán, la yenka era un baile, cuyos pasos se describían en el siguiente estribillo: “izquierda, izquierda, derecha, derecha, adelante., atrás, un, dos, tres,…”. Pues bien, me parece que los únicos pasos de ese baile que pretende dar Sánchez el “carapatrás” en relación con la “Memoria Histórica” son los de “atrás”. Y es que seguir empeñándose en remover el trágico pasado de la Guerra Civil, que ya había sido generosamente superado por los protagonistas de la transición, no solo denota un resentimiento y rencor propio de gente mezquina, sino también una búsqueda desesperada de votos ante la incesante pérdida de apoyo electoral que vuelven a anunciarle las encuestas.

Pero es que, además, las dos propuestas mencionadas plantean numerosas dudas. Así, la supuesta indemnización de los 135.000 € a los herederos de los caídos por la libertad, es decir, de los que “fallecieron en defensa de las libertades y derechos democráticos” sería muy difícil de asignar, salvo que se partiese de una visión unilateral y “mutilada” de la libertad. Porque, tras las recientes investigaciones, ¿pueden ser considerados defensores de la libertad quiénes manipularon las elecciones de 1931 que dieron paso a la Segunda República? ¿Quiénes luchan hoy por la libertad en Cuba o en Venezuela, los Castristas y Chavistas o los que militan en la oposición a esos regímenes autocráticos? ¿Es que no había partidarios de la autocracia –y, por tanto, enemigos de la libertad- entre los que combatieron en el bando republicano en 1936?

Y otro tanto podría decirse de la “Comisión de la verdad”. ¿De qué verdad se habla? ¿De saber todo lo que pasó o conocer solo parte de la verdad ocultando la que afecta a los de un bando?

¿Por qué, señor Sánchez, no abandona definitivamente a los “carapatrás”, deja las cosas de la guerra civil como quedaron tras la transición, y entra en la categoría de los “carapalante” y se dedica a hacer propuestas que mejoren nuestro futuro?

 

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