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Blogs Puentes de Palabras por José Manuel Otero Lastres

El exceso de orgullo de los españoles separatistas

José Manuel Otero Lastres el

No me tengo por persona que cuenta sus anécdotas personales, salvo que vengan a cuento. Y la que voy a narrar creo que es una de ellas. Allá por los años 70 del siglo pasado, cuando empecé a estudiar alemán, me dieron un libro de texto que se titulaba “Die deutsche Sprache für Ausländer”. Pues bien, una de las frases que me impresionó y que todavía recuerdo decía: “Du bist so stolz wir ein Spanier” (eres tan orgulloso como un español).

Confieso que la frase me incomodó porque entonces yo no pensaba que el orgullo figurase entre nuestros pecados. Años después, Fernando Díaz-Plaja publicó su célebre obra “El español y los siete pecados capitales”, entre lo cuales no figuraba el orgullo, aunque sí un pariente muy próximo que es la soberbia. El que lo consideró vicio principal fue Cipriano de Cartago en el siglo III, el cual se refirió a ocho: cuatro relativos al deseo de posesión (gula, avaricia, lujuria y vanagloria) y otros cuatro que podrían considerarse vicios irascibles (ira, pereza, tristeza y orgullo).

Sean siete u ocho, el principal de todos estos vicios o pecados capitales es la “soberbia”, que es identificado como un deseo desordenado e irrefrenable de ser más importante que los demás. El orgullo es, como decía antes, un pariente muy próximo de la soberbia, aunque se diferencia de ésta en que es disimulable (la falsa modestia) y en ocasiones disculpable cuando obedece a causas nobles.

Llegados a este punto, muchos de ustedes que se preguntarán a qué viene lo escrito en las líneas precedentes. Pues obedece a que empiezo a creer que hay algunos españoles que son realmente orgullosos: los nacionalistas y que justamente en el fondo de los separatismos hay mucha soberbia y exceso de orgullo.

Y es que solo el que se cree mejor y por encima de los demás es capaz de expresar públicamente el deseo de separarse de ellos. Los humildes son conocedores de sus propias limitaciones y debilidades y lo normal es que quieran superarse en unión de los que reconocen como mejores que ellos.

Los orgullosos tienen arrogancia, vanidad, exceso de estimación propia, y suelen envanecerse de las cualidades que creen tener menospreciando a los que no son como ellos.

¿Les suena? Cuando oyen hablar a Puigdemont o a Junqueras, o a cualquier otro separatista, ¿no aprecian que se creen superiores y que desean separarse del resto de España, no porque sean singulares pero peores, sino porque se consideran mucho mejores que todos nosotros? Respóndanse ustedes mismos.

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