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Blogs Puentes de Palabras por José Manuel Otero Lastres

Elegir entre familiares: los de ETA o los de los asesinados

José Manuel Otero Lastres el

A lo largo de los últimos días, los líderes de Podemos han manifestado públicamente su desacuerdo con la política antiterrorista de dispersión de los presos de ETA. Uno de ellos, el pillo-filósofo Iñigo Errejón, ha argumentado que la dispersión supone una “pena adicional para la familia” y recordó como gran argumento a favor de su postura que “las penas se imponen a las personas, pero no a sus familias”.

Situados en la óptica expresamente marcada por los líderes de Podemos, se trata de elegir entre familiares: los de los presos de ETA o los de los asesinados por la banda terrorista. Y como en toda elección, se trata de buscar argumentos para mostrar nuestra preferencia por unos o por los otros.

Los líderes de Podemos se inclinan por los familiares de ETA porque consideran que los asesinatos que cometieron los etarras no deberían llevar aparejada la pena adicional de someter a sus parientes a tener que viajar a los lugares alejados del País Vasco donde están recluidos los terroristas. Y aducen como argumento ulterior que los familiares de los presos comunes no sufren esta pena porque están ingresados habitualmente en prisiones cercanas a sus lugares de residencia.

Pero, al razonar de este modo, los líderes de Podemos parten de la premisa errónea de equipar al preso común con el de ETA. Estos últimos forman parte de una organización criminal que usa como método para alcanzar sus metas políticas el asesinato alevoso de personas inocentes para sembrar el terror entre la población. De aquí que haya que combatirlos con todo tipo de medidas, incluida la de la dispersión.

Por si lo anterior no fuera de por sí suficiente, los “avispados” líderes de Podemos olvidan una diferencia esencial que induce a toda persona racional a inclinarse por los familiares de los asesinados por ETA. Y es que, aun con dispersión, los familiares de ETA visitan a vivos, mientras que los familiares de los asesinados por la organización criminal solo pueden visitar la tumbas de sus parientes asesinados. Su único viaje posible es al cementerio, pero para honrar a sus muertos.

Al contrario que los líderes de Podemos, me inclino personalmente y sin la más mínima duda por los familiares de los asesinados por ETA. Porque la cuestión para éstos, a diferencia de los familiares de ETA, no es de lejanía o proximidad, sino, nada más y nada menos, de no poder reunirse nunca más con sus seres queridos.

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